En el mundo de los apocalipsis zombis, estamos acostumbrados a ver morir a los personajes, a que sucedan cosas crueles porque, oye, es el apocalipsis. Con la civilización acabada, la traición y la crueldad están a la orden del día, y la humanidad tal como la conocemos ya no existe.
Sin embargo, en el mundo de «The Last of Us», el sufrimiento se asigna de manera desproporcionada a los personajes negros, con personas como Sam, Henry, Riley y Sarah que no solo mueren, sino que sufren muertes horribles y sin sentido. Además, la mayoría de estos personajes son solo niños. Ver a cualquier niño morir en un programa de zombis ya es bastante malo, pero los juegos, y ahora el programa de televisión, solo parecen presentar personajes negros para matarlos de inmediato. Todos estos personajes tienen en común que son tratados como obstáculos emocionales para que Joel y Ellie los enfrenten, como lecciones para impartirles.
Cuando Sarah murió en el primer episodio, fue la primera gran muerte en el programa: la que señaló la seriedad de la historia, la que envió a Joel por un camino sombrío de nihilismo y odio hacia sí mismo. Cuando Sam y Henry murieron trágicamente en un asesinato-suicidio, Joel tuvo ataques de pánico que lo hicieron reconsiderar su capacidad para mantener a salvo a Ellie. En el episodio 7, la muerte de Riley ocurre al mismo tiempo que Ellie se infecta, lo que lleva al descubrimiento de su inmunidad y pone en marcha los eventos del programa, al mismo tiempo que le enseña sobre la crueldad del mundo y motiva a su personaje a lo largo de la historia de la primera temporada. .
En todo momento, la historia de Joel y Ellie está escrita con cuerpos negros. La caracterización que tienen está al servicio de hacer que sus muertes signifiquen algo para la historia general de Joel y Ellie, en lugar de darles una profundidad real.