Al principio de su carrera, Tim Burton declaró su disgusto general por las secuelas (a través de Last Movie Outpost):
«Las secuelas solo valen la pena si te dan la oportunidad de hacer algo nuevo e interesante. Tiene que ir más allá, realmente, porque haces la primera por la emoción de lo desconocido. La secuela borra todo eso, así que debes explorar al siguiente nivel. No descarto nada si el reto es apasionante».
El guionista Sam Hamm, quien coescribió «Batman», había desarrollado un guión titulado simplemente «Batman 2». Continuó en gran medida desde los eventos de la primera película, siguiendo el floreciente romance entre Bruce Wayne y la reportera Vicki Vale, mientras que también abordó a dos supervillanos clásicos de Batman, Penguin y Catwoman. Hamm originalmente quería trazar la caída de Harvey Dent cuando se convirtió en el diabólico Two-Face, pero el estudio consideró que Penguin era el mayor enemigo de Batman después de Joker.
Si bien el guión de Hamm era consistente con el tono más oscuro del original, aun así funcionó para lograr un final feliz para el Caballero de la Noche. Concluyó con la propuesta de matrimonio de Bruce a Vicki y también le dio algo de compañía en Wayne Manor en la forma de Dick Grayson, listo para convertirse en el joven compañero de Batman, Robin.
Difícilmente suena como el «siguiente nivel» del que habló Burton. Para apaciguarlo, Warner Bros. accedió a traer al guionista Daniel Waters, cuyo trabajo en «Heathers» admiraba a Burton. Se le asignó la tarea de reescribir completamente el guión para satisfacer una visión más burtonesca, e hizo cambios significativos en el concepto original de Hamm (quien todavía recibió el crédito de la historia). Mantuvo a Penguin y Catwoman como los principales malos, pero desechó a Vicki Vale y creó un personaje original, el magnate Max Shreck, para reemplazar a Two-Face. Se quedó con Grayson, pero el pobre Robin fue cortado más tarde debido al aumento del presupuesto.