La tercera «Solo en casa» siempre estuvo en desventaja porque es la primera película donde Macaulay Caulkin fue reemplazado como personaje central, esta vez por Alex D. Linz. La actuación del joven actor es sólida, incluso encantadora, pero se quedó con zapatos increíblemente grandes que llenar, tan imposibles que lo convirtieron en un personaje totalmente separado llamado Alex. Es seguro decir que la audiencia no habría estado satisfecha con nadie más que con Culkin. De todos modos, Linz podría haber recibido más elogios por su actuación si le hubieran dado mejor material para trabajar.
La comedia slapstick y el diálogo chistoso que definieron las dos primeras películas se ven socavados en la tercera por un humor burdo y persistente. Parece que esta película no fue hecha sólo para niños pequeños sino también por ellos.
La premisa del tercer «Solo en casa» es incluso más emocionante que las demás sobre el papel, ya que involucra espionaje de alta tecnología y un caso de identidad equivocada. Sin embargo, la estructura (con los padres regresando constantemente) diluye la tensión y la emoción de la premisa original.
En «Solo en casa» y «Solo en casa 2», la búsqueda de la madre de Kevin para regresar con su hijo después de un momento de abandono es el corazón palpitante de la película. En «Solo en casa 3», los padres de Alex no muestran ninguna consideración hacia él. La premisa de las dos primeras películas presenta preguntas sobre los McCallister como «¿Cuándo se reunirán?» y «¿Kevin perdonará a su madre por abandonarlo?», mientras que el tercero simplemente pregunta «¿Cuándo le creerán los padres de Alex?». La respuesta, como era de esperar, está al final.
A pesar de sus muchos defectos, la razón por la que obtiene una puntuación tan alta en la lista es el carisma de Linz, el encanto caricaturesco y el ritmo cómico, algo de lo que en su mayoría carecen las películas posteriores.