Tras la destrucción de la central eléctrica de Kakhovka, los rusos aumentan las inundaciones en el sur del país


Ante un ejército ucraniano que iniciaba su contraofensiva, las fuerzas rusas redoblaron su agresividad. Tras la destrucción de la central hidroeléctrica de Kakhovka, en la noche del lunes 5 al martes 6 de junio, se produjeron otras inundaciones artificiales (pero de menor magnitud) en las zonas ocupadas de las regiones de Zaporizhia y Kherson.

En las redes sociales, los vecinos de estas zonas publican fotografías que muestran campos inundados, cursos de agua inusualmente anchos en esta temporada. Este es el resultado de una modificación brusca de la red hídrica regional provocada por la construcción de diques, o por el contrario por su destrucción.

EL Centro de Investigaciones Periodísticas, una publicación ucraniana, publicó un artículo el 7 de junio que documenta inundaciones muy recientes alrededor de las ciudades estratégicas de Tokmak y Melitopol, ubicadas entre Zaporizhia y el Mar de Azov, y ocupadas por el ejército ruso. Con base en imágenes satelitales y fotografías tomadas por los habitantes de estos territorios, la investigación revela un dispositivo defensivo llamado “cortes húmedos” en la jerga militar.

Los ríos Iouchanly y Tokmach, cerca de Tokmak, crecieron y se desbordaron anormalmente. Se trata de crear un obstáculo de algunas decenas de metros de ancho que obligue al atacante a sortearlo oa utilizar medios anfibios, oa colocar pontones para atravesarlo. Se detectó otra inundación al este de Melitopol, que corta el camino a Kherson, cerca del pueblo de Viazivka.

Uno de los ejes probables de la contraofensiva ucraniana consiste precisamente en precipitarse hacia Melitopol, vía Tokmak, para aislar a las fuerzas de Moscú, abastecidas desde Crimea, del resto del ejército ruso.

Un clásico de la guerra

Desviar las vías fluviales y provocar inundaciones para impedir el avance del enemigo es un clásico de la guerra, y los ejemplos abundan en la historia. Durante la guerra chino-japonesa (1937-1945), los chinos no dudaron en destruir los diques levantados en el río Amarillo para frenar el avance de los japoneses. De manera similar, en 1944, los alemanes inundaron grandes áreas alrededor de Dives, un río costero de Normandía, para interrumpir el desembarco aéreo de las tropas aliadas durante la Operación Overlord.

Un ejemplo menos conocido pero mucho más mortífero es la voladura, ordenada el 28 de agosto de 1941 por el dictador soviético Joseph Stalin, de la central hidroeléctrica de Zaporizhia en el Dniéper, para detener el rápido avance de las tropas nazis. Stalin había sacrificado entonces el mayor logro soviético, celebrado por la propaganda, y sobre todo entre 20.000 y 100.000 personas, que perecieron ahogadas río abajo.

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