Corea del Sur y Estados Unidos acordaron una lista de equipos de fabricación de chips autorizados. Este acuerdo es fundamental ya que permite que tanto Samsung como SK Hynix mantengan sus operaciones en China y realicen actualizaciones tecnológicas menores sin incumplir las pautas establecidas. Por supuesto, hay una advertencia. Si Samsung y SK Hynix solicitan ayuda financiera en virtud de la Ley CHIPS y Ciencia de EE. UU., sus empresas en China encontrarán restricciones.
A principios de esta semana, el gobierno de Estados Unidos dio luz verde a Samsung y SK Hynix para mantener sus actividades existentes en China e importar todas las herramientas que necesitan a China para mantener sus fábricas competitivas indefinidamente. Por el contrario, la administración Biden espera conceder un permiso de un año para la importación de herramientas fabulosas a TSMC, la fundición más grande del mundo, informa el Wall Street Journal.
Es probable que TSMC reciba una exención similar a la que se le concedió el año anterior, lo que le permitirá operar en China durante un año más. Sin embargo, Estados Unidos ha dejado claro al fabricante contratado de chips que, si bien puede ejecutar sus operaciones actuales, cualquier avance tecnológico significativo del Fab 16 está fuera de discusión por ahora. No está claro si los avances significan mejoras de capacidad, mejoras de tecnología de procesos o ambas.
La administración estadounidense ha otorgado a Samsung Electronics y SK Hynix una exención indefinida de regulaciones amplias que prohíben la exportación de herramientas avanzadas de fabricación de chips a China. Esto significa que pueden continuar sus operaciones sin problemas pero con ciertas limitaciones. Queda una pregunta persistente sobre si TSMC será categorizado como un ‘usuario final validado’ similar al estatus otorgado a Samsung y SK Hynix. La importancia de esta designación es que no viene con un vencimiento específico, lo que ofrece cierto grado de seguridad operativa a las empresas.