Twitter Francia y su director general, Damien Viel, fueron puestos en libertad el lunes 21 de marzo por el Tribunal Penal de Versalles. Fueron juzgados por no haber ayudado a las autoridades a identificar a los autores de dos tuits abusivos contra un funcionario de la prefectura de Yvelines.
“Saludamos la decisión del tribunal penal de Versalles que absuelve a Twitter Francia y a Damien Viel de los hechos que se les imputan”reaccionó la empresa en un comunicado de prensa enviado a la Agence France-Presse (AFP).
Durante la audiencia de enero, la fiscalía había pedido la multa máxima contra la empresa y su director general, juzgados respectivamente por “negativa a responder a un requerimiento” y “complicidad en insulto público”.
Banalización de los insultos en la red
El caso parte de un tuit de la prefectura de Yvelines pidiendo respeto por el toque de queda, en marzo de 2021. Este mensaje, en general bastante banal, mostraba al secretario general de la prefectura asistiendo a operaciones de control.
De forma anónima, un usuario de la red social responde comparando a la policía con la policía de Philippe Pétain. Otro describe al jefe de la prefectura como «Nazi»añadiendo: « Debería ser ahorcado en la Liberación, ese. » Insultos relativamente comunes en la red social, muy a menudo señalados por autoridades y asociaciones por sus problemas de moderación.
Pero el secretario general de la prefectura presentó una denuncia y la fiscalía de Versalles abrió entonces una investigación por insulto contra los autores de estos dos tuits. Para identificarlos, los gendarmes envían una solicitud a Twitter Francia, que se ha quedado en letra muerta.
A la cabeza, Viel se defendió recordando que Twitter Francia «es una entidad que no almacena datos»siendo estos últimos almacenados y procesados por la filial europea de la empresa matriz Twitter Inc., ubicada en Irlanda. “Yo me encargo del desarrollo económico de Twitter y nada más”agregó.
En otro procedimiento, en enero, el Tribunal de Apelación de París obligó a Twitter a publicar documentos que detallaban sus medios para combatir el odio en línea. Varias asociaciones contra la discriminación habían llevado la red a los tribunales, juzgando que carecía de «viejo y persistente» a sus obligaciones de moderación de contenidos.