Última inspección antes de desechar el agua de refrigeración de Fukushima en Japón


Más de doce años después de la triple catástrofe en el noreste de Japón, que condujo a un súper colapso en la planta de energía nuclear de Fukushima Daiichi, Japón ahora está tratando de deshacerse de la cantidad cada vez mayor de agua contaminada drenándola al Pacífico.

El 26 de junio, representantes de los medios de comunicación visitan la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi. Frente a la costa se divisa un barco que, según la empresa operadora Tepco, ha instalado la última pieza de un túnel submarino.

Noticias de Kyodo vía AP

(dpa)

La agencia reguladora nuclear de Japón quiere llevar a cabo inspecciones finales antes del inicio previsto de la descarga al mar de enormes cantidades de agua diluida de refrigeración de las ruinas nucleares de Fukushima. Según informes de los medios japoneses, las investigaciones sobre las instalaciones ahora completadas para el vertido de más de 1,3 millones de toneladas comenzarán este miércoles. El agua, que actualmente se almacena en unos 1.000 enormes tanques, se filtra y diluye antes de descargarla a través de un túnel submarino: el túnel se adentra un kilómetro en el mar. Antes del inicio de la inspección reglamentaria nuclear, se completa una prueba con agua dulce. El vertido podría llevar décadas.

Los pescadores locales, que temen dañar su reputación y sus ventas, siguen resistiendo el vertido al mar. El gobierno tomará una decisión final sobre la liberación del agua de enfriamiento después de que la agencia reguladora nuclear complete su inspección de las instalaciones y la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) emita su informe final de seguridad sobre la controvertida empresa, dijo.

El 11 de marzo de 2011, un fuerte terremoto y un gran tsunami provocaron un gran colapso en la planta de energía nuclear de Fukushima Daiichi. Más de doce años después, los reactores destruidos aún deben enfriarse con agua. Debido a la infiltración de agua de lluvia y agua subterránea, la cantidad de agua irradiada aumenta cada día. Hasta ahora, se ha almacenado en cientos de tanques enormes, pero ahora se está acabando el espacio, argumenta el operador Tepco. Además, los tanques en el sitio están expuestos al peligro constante de nuevos terremotos.

Por lo tanto, el gobierno decidió que el agua debía canalizarse hacia el Pacífico. Aunque se filtra de antemano, el sistema de filtrado ALPS no puede filtrar el isótopo de tritio. Según Tepco y el OIEA, todavía no hay peligro porque el agua está diluida y las pequeñas cantidades de tritio son inofensivas para los humanos. La concentración bajará a unos 1.500 becquerelios por litro, lo que corresponde a una cuadragésima parte del umbral nacional. Según el operador, si la cantidad de agua de mar no es suficiente para la dilución o la concentración de sustancias radiactivas distintas del tritio muestra niveles anormales, se activará una válvula de cierre de emergencia para detener la liberación.



Source link-58