«Monkeybone» llegó muerta cuando debutó en más de 1.400 cines en febrero de 2001. Entertainment Weekly informó que la película recaudó apenas $2,7 millones en su primer fin de semana. La película no solo sirve como una advertencia sobre lo rápido que el público puede perder interés en los actores, sino también sobre el papel que juegan los estudios en el éxito de sus películas. Se necesita algo más que el reconocimiento del nombre.
De acuerdo, los aspectos meta de la comedia oscura no fueron fáciles de vender. En la película, un animador (Fraser) es absorbido por un mundo de su propia creación donde es acosado por un descarado mono antagonista llamado Monkeybone. Fraser calificó la película como la película de autor más cara que jamás haya hecho Twentieth Century Fox. «Lo que ves en la pantalla está hecho a mano, todo exagerado», dijo Fraser recientemente. «Fue como si les hubieran entregado las llaves a los reclusos en esa película».
Aún así, uno pensaría que el poder estelar combinado de Fraser, Bridget Fonda, John Turturro, Giancarlo Esposito y Rose McGowan sería suficiente para atraer al público a los cines.
Las cosas empezaron a ponerse un poco difíciles cuando el ejecutivo del estudio que dio luz verde a la película fue despedido de Twentieth Century Fox. El director Henry Selick cree que el estudio se dio por vencido con la película cuando eso sucedió. Luego, los problemas de audio plagaron la proyección inicial de la película, lo que llevó al estudio a llevar la película al infierno de la edición.
Después de un montaje de estudio, contrataron al productor ejecutivo Chris Columbus para volver a editar la película y hacerla más convencional, alejando la película de la visión original de Selick. Las buenas ediciones pueden hacer o deshacer una película. «Monkeybone» estaba ahora en su tercera edición.
A pesar de tener finalmente un corte final, parecía que Twentieth Century Fox nunca quiso estrenar la película.