Eastwood recuerda la sensación de alivio que sintió cuando finalmente pudo controlar todos los aspectos de la producción por sí mismo. Como director, pudo comunicarse más directamente con sus compañeros de reparto y supervisar la edición, algo que nunca antes se le había permitido hacer. A principios de la década de 1980, Eastwood también comenzaría a producir sus propias películas y eventualmente también llegaría a escribir canciones para ellas. Para «Misty», Eastwood estaba demasiado feliz de tener el control y dijo:
«Después de 17 años de rebotar mi cabeza contra la pared, merodear por los escenarios, tal vez influir en ciertas configuraciones de cámara con mis propias opiniones, ver a los actores pasar por todo tipo de infiernos sin ninguna ayuda y trabajar con buenos y malos directores, estoy en el punto donde estoy listo para hacer mis propias películas Guardé todos los errores que cometí y guardé todas las cosas buenas que aprendí y ahora sé lo suficiente para controlar mis propios proyectos y obtener lo que quiero de los actores. Así que dirigí esta imagen y la estoy editando yo mismo y creo que es muy buena».
Eastwood finalmente llegó a contratar equipos confiables de artistas y miembros del equipo, trabajando con los editores Joel Cox y, más tarde, con Gary Roach en la mayor parte de sus películas. Inicialmente trabajó en gran parte con el director de fotografía Bruce Surtees, y Jack N. Green y Tom Stern se convirtieron en los fotógrafos habituales del director cuando Surtees falleció en 2012. Ya no quería ser miembro del equipo. Quería ser su líder. Afortunadamente, 20 años de experiencia como actor le permitieron desarrollar los hábitos que necesitaba para manejar una producción con competencia.