Una revolución para Japón: el país se abre a las exportaciones de armas


Durante mucho tiempo, la industria armamentista japonesa sólo produjo armas para su propio uso. Ahora Tokio quiere ayudar a los estadounidenses con misiles y municiones Patriot.

Misiles interceptores Patriot en la isla japonesa de Ishigaki.

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Se trata de una revolución para la industria de defensa japonesa: el Gobierno japonés decidió el viernes exportar a Estados Unidos misiles interceptores Patriot fabricados por el grupo industrial Mitsubishi Heavy Industries. Es la primera vez que Japón vende este tipo de armas en el extranjero desde que flexibilizó las normas de exportación de defensa en 2014.

Con este fin, el gobierno revisó el viernes sus restrictivas directrices de exportación para permitir la exportación de sistemas de armas completos. Las reventas tendrían que ser aprobadas por Japón. Anteriormente, a los fabricantes de armas japoneses sólo se les permitía suministrar componentes para armas o para tareas defensivas como la detección de minas.

Japón quiere ayudar a Estados Unidos a recargar sus depósitos de municiones, que han sido parcialmente vaciados por los envíos a Ucrania. El Ministro del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, habló de un fortalecimiento significativo de la alianza entre Japón y Estados Unidos. Los misiles Patriot se fabrican en Japón bajo licencia de empresas estadounidenses.

La nueva flexibilidad también podría ser de gran importancia para los proyectos de defensa japoneses con empresas europeas. El año pasado, Japón inició por primera vez una cooperación para el desarrollo con un país distinto de la potencia protectora, Estados Unidos.

Junto con Gran Bretaña e Italia, los japoneses quieren desarrollar un nuevo avión de combate para mediados de la década de 2030, el Programa Aéreo de Combate Global. Pero la cuestión de exportar a otros países ha sido hasta ahora un obstáculo que Japón ha tenido que superar. Ahora parece que eso también podría ser posible.

La amenaza de China, Corea del Norte y Rusia

El “punto de inflexión japonés” comenzó en 2010 como reacción a la acumulación de armas de China y al programa nuclear de Corea del Norte y se aceleró con el ataque de Rusia a Ucrania.

El ex Primer Ministro Shinzo Abe quería revivir la debilitada industria armamentista de Japón al aliviar inicialmente los controles de exportación. Teniendo en cuenta la constitución pacifista, el gobierno limitó la producción nacional de armas a sus propias necesidades. El país también compró tecnología estadounidense a gran escala.

Aparte del suministro de un sistema de radar a Filipinas, no hubo ningún negocio importante de armas. Al mismo tiempo, Corea del Sur se estaba convirtiendo rápidamente en un importante proveedor mundial de armas. Además de tanques y aviones para Polonia, el país vecino de Japón también suministra munición a Ucrania indirectamente a través de los EE.UU.

Promoción de las exportaciones mediante ayuda militar al desarrollo

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, en el cargo desde septiembre de 2022, quiere acabar con estas desganas. Alarmado por la agresión rusa contra Ucrania, no sólo anunció que aumentaría el presupuesto de defensa al dos por ciento de la producción económica para 2027, casi duplicándolo. También revisó la estrategia de defensa y seguridad nacional y aprobó un programa para construir una industria de defensa nacional.

La ley correspondiente no entró en vigor hasta noviembre. El experto militar Masamitsu Morimoto, ex funcionario del Ministerio de Defensa y Economía, lo considera innovador porque, por primera vez, promover la industria es una de las tareas del Ministerio de Defensa.

El gobierno también quiere promover las exportaciones con nuevos fondos y ayuda armamentista para los países emergentes. Con esta nueva forma de ayuda al desarrollo, el objetivo oficial del gobierno es mantener un orden mundial basado en el derecho internacional. De hecho, Japón quiere fortalecer a otros países de la región frente a China.

El Gobierno ha aumentado dos veces y media esta ayuda militar al desarrollo, hasta cinco mil millones de yenes (30 millones de francos) en su proyecto de presupuesto para 2024. Vietnam y otros países involucrados en disputas territoriales con China en el Mar de China Meridional se agregarán a la lista de países objetivo.



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