Sarah Engels también puede reírse de sí misma. Y así, la deportista de 29 años demuestra que las cosas tampoco siempre salen bien para ella. Cuando practica wakeboard, la ambiciosa cantante sigue bañándose a pesar de múltiples intentos.
En completo contraste con su esposo Julian Engels: parece ser un verdadero talento natural en el wakeboard. Hace solo unos días había cumplido su sueño de hacer puenting en el lago Maggiore, provocando a su esposa un colapso nervioso.
Por suerte, el wakeboard es mucho menos peligroso y la madre de la pequeña Solea (siete meses) y Alessio, de siete años, pueden ir chapoteando tranquilamente. (jve)