El estilo estético del realismo mágico fue desarrollado por autores latinoamericanos como Gabriel García Márquez, Isabel Allende y Arturo Uslar-Pietri como una forma de hacer frente a la inestabilidad política y las guerras de liberación contra los regímenes autoritarios que se extendieron por América Latina en el 1960 y 1970. Por lo tanto, las obras del realismo mágico suelen tener un espíritu revolucionario y utilizan elementos fantásticos para criticar a las fuerzas sociales conservadoras o de élite.
El realismo mágico combina el mundo real con la fantasía o el surrealismo. La magia es solo otra parte de la realidad del personaje, que ocurre en escenarios, períodos de tiempo y situaciones comunes. Estos elementos fantásticos se utilizan para que el público comprenda mejor las circunstancias de la vida real de los personajes y las difíciles experiencias humanas. A menudo son simbólicos y hablan de temas políticos como la identidad, la raza y la clase.
El realismo mágico funciona mejor cuando los cineastas combinan a la perfección los componentes mágicos en un entorno auténtico, capturando la imaginación de la audiencia con un mundo único pero familiar. Este tipo de películas a menudo son visualmente impresionantes con colores llamativos, movimientos de cámara deslumbrantes y un diseño de producción intrincado y fantástico.
Si te gustó una exhibición contemporánea de cine de realismo mágico como «El laberinto del fauno», hay otras películas con historias conmovedoras similares y efectos visuales sorprendentes que deberías ver.