«1899» en Netflix: ¿Qué es real? Detrás del destino de Ada se esconde una historia mucho más trágica

• «1899» es actualmente la favorita de la audiencia entre las series de Netflix.
• Los dramas y misterios personales a bordo de dos cruceros atlánticos esconden muchos más secretos de los que se pensaba.
• Uno se refiere a la joven Ada. A continuación hay spoilers de la temporada 1 de «1899».

En sus 8 episodios, «1899» cuenta una historia inquietante sobre la percepción humana, la razón, las ilusiones y la realidad. La muerte de la niña Ada a bordo del barco Kerberos hace que la serie cambie a un tono más oscuro.

En «1899» detalles ocultos podrían revelar más sobre la muerte de la niña Ada. A medida que la trama cobra fuerza, queda claro que Kerberos y todo y todos a bordo son solo una construcción dentro de una simulación. Pero, ¿qué significa eso para Ada?

¿Qué está pasando a bordo del barco?

Daniel, quien parece ser el antagonista a lo largo de la serie, pudo haber estado involucrado con Ada poco antes de su muerte. Algún tipo de control remoto parece jugar un papel en esto. De todos modos, Daniel es probablemente la última persona que vio Ada antes de morir.

Después del giro, que revela la verdadera realidad y revela que Kerberos es parte de una simulación, queda claro que Daniel es en realidad un «chico». Esto hace que las misteriosas circunstancias de la muerte de Ada parezcan aún más cuestionables.

No es lo mismo una muerte en la simulación que una muerte en la realidad

Al igual que Ada, el Capitán Eyk es «asesinado» por algún tipo de control remoto. Pero no hay signos de lesiones en él. Esto sugiere que en realidad no puedes matar a alguien en el simulador, solo puedes expulsar a alguien del simulador manipulando el código. Esto también se confirma con la aparición de Eyk en el Prometheus en 2099.

Pero, ¿dónde está Ada en el futuro? ¿Maura, que escapó de la simulación, todavía la encuentra a ella, así como a los demás pasajeros, a bordo de la nave espacial? Algunos, incluido el padre de Maura, sugieren que ese no es el caso.

Simulación para pasajeros llena de NPCs

«1899» arroja algunos indicios de que el padre de Maura, Henry, diseñó e instaló el simulador de barco de 1899 de tal manera que su hija pudiera encontrar la salida, claramente reconocible por las formas triangulares que se encuentran en todas partes, que están modeladas en la llave.

Cuando se conocen por primera vez, Ada le pregunta a Maura si tiene hijos propios. Esto desencadena una especie de flashback en Maura, que la ayuda a descubrir la verdad sobre el barco y escapar.

Entonces, ¿podría Henry haber incluido a Ada en la simulación como una especie de herramienta para ayudar a su hija a escapar? La pregunta de Ada pretendía evocar la memoria de Maura. Finalmente, en 2099, vemos a toda la familia danesa de Ada, pero no a ella misma.

Esto también significaría que Ada no tiene una «contraparte viva» en el año 2099 y, por lo tanto, no es humana y en realidad no murió, sino que solo fue parte de la simulación.

Reconfortante mundo intermedio lleno de mentiras

Una posible explicación para esto sería que Ada realmente vivió una vez, pero murió trágicamente y joven. Para hacer frente a la pérdida o simplemente porque extrañan a su hija, los padres de Ada la programaron en una simulación para pasar tiempo con su hija «viva» nuevamente.

En el mundo de simulación de Kerberos, Henry parece haber instalado a ciertas personas y personajes como NPC, es decir, personas que en realidad no existen (en el mundo futuro real). Todo para controlar e iniciar ciertos eventos a bordo del Kerberos, como la recuperación de los recuerdos de Maura.

Varias escenas, como dos marineros de la máquina que conversan o el derramamiento de té simultáneo por varios invitados, prueban la existencia de personajes programados. Tales «Glitches in the Matrix» nos dieron pistas tempranas sobre lo que realmente se esconde detrás de los eventos y el hermoso escenario de «1899». Será interesante ver cómo continuará esto en la temporada 2.

El destino de Ada es quizás lo que nos muestra más claramente que no se puede confiar en nadie en esta simulación, y que detrás de cada rostro puede haber una agenda con motivos consagrados, o tristes destinos que se vuelven aún más aterradores por su revelación.