Las tasas de mortalidad se han mantenido bajas. Pero también las tasas de vacunación. Si el continente quiere armarse para la próxima pandemia, debe superar su dependencia de la política sanitaria.
Cuando la variante Omikron XBB.1.5 apareció en Sudáfrica a principios de enero, la reacción en África fue principalmente: un encogimiento de hombros. Casi nadie teme que la subvariante del SARS-CoV-2, que según la OMS ha sido la más rápida en transmitirse hasta la fecha, tenga un efecto devastador en el continente. Incluso fuera de África, muy pocas personas creen eso.