Los trabajadores reparan una de las subestaciones atacadas en el condado de Moore.
Foto: Peter Zay/Agencia Anadolu vía Getty Images
Decenas de miles de personas en el centro de Carolina del Norte se han quedado sin electricidad después de que asaltantes dispararan dos subestaciones eléctricas en el condado rural de Moore el sábado por la noche, en un evento que demuestra la vulnerabilidad de la infraestructura estadounidense básica.
Mientras el FBI, las fuerzas del orden público estatales y la policía local buscaban a un sospechoso, el domingo se estableció un toque de queda a las 9:00 p. m. para los 100.000 residentes del condado. Las escuelas permanecieron cerradas el lunes y el martes, y se informaron accidentes automovilísticos debido a que los semáforos permanecieron desconectados. Cuando se le preguntó al gobernador Roy Cooper si el ataque constituía un acto de “terrorismo interno”, dijo que los investigadores están “analizando todas las motivaciones que podrían haber ocurrido”. Reconoció que el ataque planteó “un nuevo nivel de amenaza”.
Duke Energy, la empresa propietaria de las centrales eléctricas, comenzó a evaluar los daños poco después de que comenzaran los cortes de energía en el condado de Moore, que se encuentra en las colinas de arena del estado al suroeste de Raleigh. En el punto álgido de los apagones, 45.000 clientes se quedaron sin electricidad. Hasta el martes por la mañana, más de 36.000 clientes seguían sin electricidad. Duke Energy afirma que tiene todo el equipo necesario para restablecer el servicio, pero trasladar algunos de los equipos más grandes dañados en el ataque al condado de Moore podría llevar algunos días más. “Estamos considerando una reparación bastante sofisticada con algunos equipos bastante grandes, por lo que queremos que los ciudadanos estén preparados para que esta sea una restauración de varios días para la mayoría de los clientes que se extienda potencialmente hasta el jueves”, dijo el portavoz de Duke Energy, Jeff Brooks.
El alguacil del condado de Moore, Ronnie Fields, dijo que el ataque causó «millones de dólares» en daños y que los cargos posteriores tendrán «más dientes, más mordida». Afirmó que los investigadores no habían establecido una conexión entre el tiroteo y un espectáculo de travestis en las cercanías de Southern Pines el sábado por la noche que atrajo a los manifestantes. (Un organizador de las protestas sugirió en Facebook que los dos eventos estaban conectados). Pero “las personas que hicieron esto sabían exactamente lo que estaban haciendo”, dijo Fields, y agregó que eran “cobardes” porque no se habían presentado.
Cuando un reportero le preguntó al presidente Joe Biden si sabía quiénes eran los perpetradores, dijo dijo, “No, todavía no. Estoy agotando eso.