Es cierto que esta comparación tiene menos que ver con la fuerza de Ant-Man como personaje y más con el hecho de que no quedan muchos Vengadores que puedan asumir el papel. De los seis miembros del equipo original de los Vengadores, tres se han ido para siempre. Thor y Hulk se han vuelto cada vez más tontos en sus últimas apariciones en películas, hasta el punto en que se ha vuelto difícil imaginarlos con historias sustanciosas. Hawkeye todavía se siente como una ocurrencia tardía incluso cuando tiene su propio programa, y Spider-Man básicamente ha sido eliminado de la MCU después de «No Way Home». Esto deja a Scott como uno de los pocos candidatos que quedan.
Tal vez sea exagerado esperar que Scott pronto reciba algunas de las historias más serias que Tony obtuvo, pero los momentos finales de «Quantumania» son un buen argumento para ello. Aunque aparentemente derrota a Kang (Jonathon Majors) al final, la película termina con un monólogo ansioso y lleno de culpa en el que se pregunta si hizo lo correcto. ¿Realmente mató a Kang como cree que lo hizo? Y si es así, ¿fue esa la elección correcta? Las películas de «Ant-Man» siempre se han sentido mucho más pequeñas en escala que las otras películas de MCU, literal y figurativamente, pero lo que está en juego para Scott ahora es inusualmente alto. Si Kang regresa para causar estragos más tarde (y mirando la lista de películas de la Fase 5 de MCU, seguramente lo hará), Scott tendrá mucha culpa en su conciencia. Quizás Kang es para Scott lo que Ultrón fue para Tony; al darse cuenta de que ha cometido un error con Kang, esto podría llevar al personaje de Scott en una dirección más seria e introspectiva.