Ante la amenaza de una crisis alimentaria, los agrocombustibles acusados ​​de agravar las tensiones


En la bomba, se distinguen por un número: E5, E10, E85, etc., es decir, la proporción creciente de etanol de la producción de remolacha, trigo o maíz contenido en el combustible. Para los vehículos que funcionan con gasóleo, se trata de biodiésel, B7 o B10 para los más habituales, que incorporan derivados de aceites vegetales. Estos biocombustibles se han ido instalando paulatinamente en el paisaje desde los años 2000, presentándose como una fuente alternativa de energía renovable. Pero muchos científicos creen que se subestima su impacto en el clima, la biodiversidad y otra producción de alimentos. Un renovado cuestionamiento en el contexto de precios altísimos de las materias primas agrícolas y de la energía, y tensiones de suministro vinculadas a la guerra en Ucrania.

  • Biocombustibles, agrocombustibles, primera o segunda generación… ¿de qué estamos hablando?

Los biocombustibles se refieren a todos los sustitutos de los combustibles fósiles derivados de plantas o desechos. y materiales orgánicos. La primera generación de biocombustibles proviene directamente de cultivos agrícolas (hablamos entonces de agrocombustibles): aceites vegetales para biodiesel (excluyendo, en Francia y algunos otros países europeos, el aceite de palma); cultivos de azúcar (remolacha, caña de azúcar) y cereales (trigo, maíz) para bioetanol. Representan el 90% del mercado en Francia.

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La segunda generación procede de los llamados materiales orgánicos “residuales” o “no alimentarios”: aceites usados, grasas animales, efluentes ganaderos, celulosa de madera, paja, orujos de vino, etc. “También hay una tercera generación obtenida sobre el suelo, a partir de algas o mediante la integración de ciclos que actualmente no se utilizan (alcantarillado, depuradora, etc.)”, explica David Laborde, economista y director de investigación del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (Ifpri). Todavía hoy minoritarios, estos biocombustibles ven multiplicarse sus perspectivas de desarrollo, en particular para el transporte aéreo.

  • ¿Qué parte representan hoy en el mix energético?

La Unión Europea (UE) ha fijado como objetivo que las energías renovables representen el 14% de la energía en el transporte, y desde 2015 se ha puesto un tope al uso de biocombustibles que no puede superar el 7% en el mix energético. Pero una política fiscal de incentivos los respalda. “Los industriales no pagan el impuesto sobre productos derivados del petróleo en la parte de los biocombustibles. Y luego, hay penalizaciones si no alcanzamos los objetivos en energías renovables, Lista de M. Laborde. Es todo un cuerpo de incentivos y legislación lo que empuja a incorporar estos biocombustibles. »

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