Aquí hay 6 alimentos que se vuelven tóxicos cuando se recalientan


El arte del reciclaje se practica en la cocina. Si bien muchos alimentos cocinados se pueden transformar en platos deliciosos, algunos no deben recalentarse a riesgo de ser potencialmente tóxicos.

La cocina se maneja con cuidado. De hecho, algunos alimentos comestibles pueden ser malos para el cuerpo si no se utilizan correctamente. Aquí está la lista de alimentos que no deben hornearse dos veces.

El pollo

El pollo asado de los domingos y sus aromas que abren el apetito sigue siendo un clásico de la cocina francesa. Muy a menudo las sobras se cocinan los días siguientes. Si el pollo frío va bien con la mayonesa casera, evita recalentarlo en el microondas. De hecho, si allí se desarrollan bacterias, el calor del dispositivo no las eliminará.

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Las espinacas

Al igual que la lechuga, las espinacas contienen nitratos, más aún si se han cultivado con fertilizantes. Esta sustancia no representa un peligro para el organismo. Pero una vez cocinados, recalentarlos tendrá el efecto de transformar los nitratos en nitritos que son potencialmente dañinos para los humanos, particularmente en el riesgo de desarrollar cáncer.

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Los champiñones

Los champiñones a menudo se asocian con salsas. Aportan un poco de sabor a otoño a un plato. Pero ojo, se recomienda no recalentarlos una vez ya cocinados. Según los expertos, este proceso complica mucho la digestión y provoca hinchazón.

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Las patatas

La práctica es muy común: recalentar las papas unos días después de cocinarlas. Los nutricionistas creen que esto es un error: efectivamente, el tubérculo pierde todos sus nutrientes cuando se recalienta. Además, una patata recalentada puede volverse difícil de digerir o incluso tóxica. Para reciclarlos, una ensalada de patata con cebolla morada y jamón servirá.

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Huevos

No es necesario recalentar un huevo duro. Es mejor hacer huevos de mimosa con ellos. De hecho, cuando recalientas un huevo, muchas de sus proteínas cambian de forma y se vuelven más difíciles de digerir.

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La lechuga

Al igual que las espinacas, la lechuga no se debe volver a cocinar ni recalentar después de cocinarla. Es la presencia de nitratos lo que plantea un problema y corre el riesgo de provocar una intoxicación. Por otro lado, es bastante posible comerlo cocinado. Además, algunos chefs ofrecen deliciosas sopas de lechuga.

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©Foto por Mae Mu en Unsplash



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