Atos, la arrogancia y la caída de un mosquetero informático francés


Es decir, con el distribuidor. Orpea, operador de casinos y residencias de ancianos, ha provocado la mayor crisis económica francesa de los últimos cinco años. El mundo empresarial observa atónito la interminable implosión de Atos, la segunda empresa de servicios de TI de Europa. Iniciado en junio de 2022, con la esperanza de dar nueva vida a una empresa que tanto la carecía, un plan de separación de actividades no ha hecho más que precipitar la caída inexorable de uno de los tres mosqueteros de TI con Capgemini y Sopra Steria, los otros dos grandes. Empresas francesas de servicios digitales.

Si las negociaciones siempre en marcha, la empresa, cuya facturación superó los 11.000 millones de euros en 2022 y que emplea a más de 100.000 personas en todo el mundo, de las cuales unas 10.000 en Francia, será desmantelada y borrada del mapa.

Las actividades de subcontratación, la gestión de las funciones informáticas de una empresa, deberían caer en manos del multimillonario checo Daniel Kretinsky, y la ciberseguridad y los superordenadores en manos de la europea Airbus, que dejará el resto, concretamente la consultoría digital (desarrollo de aplicaciones). profesionales y automatización), en Onepoint, la empresa del emprendedor David Layani. Si las conversaciones fracasan, los 5.000 millones de euros de deuda bruta acumulada por Atos son un buen augurio de una reestructuración financiera probablemente tan dolorosa como la de Casino, que finalmente se vendió poco a poco.

Para ayudarle en sus conversaciones con los bancos y los tenedores de bonos, el grupo IT anunció, el lunes 5 de febrero, que había “solicitó el nombramiento de un agente ad hoc (…) con miras a converger hacia una solución financiera adecuada lo más rápido posible”. En otras palabras, este es el último paso antes de la protección financiera.

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¿Cómo ha podido llegar a este punto un grupo que en 2017 valía más de 11.000 millones de euros en bolsa? Para explicar su debacle, Atos ni siquiera puede, como hicieron Casino u Orpea, refugiarse tras la excusa de los ataques externos, los fondos especulativos para la marca del supermercado y el libro. Los sepultureros (Fayard, 2022), del periodista Víctor Castanet, para la residencia de ancianos número uno de Francia. Nada de eso en Atos, que tampoco puede citar las consecuencias de la inflación o del Covid-19: el sector de TI es uno de los grandes ganadores de la pandemia.

inestabilidad crónica

Los confinamientos de 2020 y 2021 han obligado a empresas de todo el mundo a digitalizar sus operaciones, con el teletrabajo, y su actividad, con el comercio electrónico abriendo el camino a una nueva era dorada de las TI tras las ostentosas décadas de los años 1980 y 1990. Según la firma de investigación Gartner, el gasto global en servicios de TI superará los 1,5 billones de dólares (1.385 millones de euros) en 2024, un 48% más que en 2019.

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