Automoción: Renault quiere partirse por la mitad para darse un poco de aire


En abril de 2018, seis meses antes de la caída de Carlos Ghosn, su exdirector general, los mercados financieros valoraban a Renault en casi treinta mil millones de euros. Cuatro años después, tras ser sacudidos por varias megatormentas (se llaman “Carlos Ghosn”, “Fracaso fusión con Fiat-Chrysler”, “Covid”, “Escasez de semiconductores”, “Guerra en Ucrania”), el grupo diamante vale 6,68 mil millones de euros en bolsa, o la mitad de los beneficios de 2021 de su rival Stellantis, menos que el valor de su participación en el capital de su aliada Nissan (7.200 millones de euros al 20 de abril). En el foro bursátil de Boursorama Banque, un usuario resume la situación: “Excluyendo Nissan, Renault está valorado en cero euros. »

Lea también: Artículo reservado para nuestros suscriptores Espectacular mejora en las cuentas de Renault, beneficiada tras dos años de pérdidas

Por lo tanto, existe peligro para la antigua Régie. Uno de los buques insignia de la automoción francesa se ha convertido en una presa potencial, mermada aún más por el desacoplamiento de su actividad rusa que representaba el 15% de sus volúmenes, el 50% del beneficio operativo de su actividad automovilística y priva al grupo de una fuente de liquidez imprescindible para sus inversiones, en particular en su ambicioso plan eléctrico.

Un proyecto en estudio

Así que una idea loca se está abriendo camino. Ocupa a los líderes de la empresa y los estrategas de Bercy. Se mencionó durante la presentación de los resultados de Losange en febrero. Se trata de dividir a Renault en dos entidades bien diferenciadas, una eléctrica y otra térmica, como ya ha hecho Volvo con su marca totalmente eléctrica Polestar y como ha anunciado el fabricante estadounidense Ford a principios de marzo, que también será dividido en un Ford con motor convencional y un Ford con batería.

Lea también: Artículo reservado para nuestros suscriptores «El coche del pueblo no ha dicho su última palabra»

Luca De Meo, director general de la empresa, confirmó que el proyecto está en pleno estudio, durante el acto de entrega de su premio «Hombre del año» que le otorgó el pasado 12 de abril la Revista automotriz. La idea es mantener el Grupo Renault como sociedad de cartera cotizada y crear dos filiales. Una centrada en Francia, y posiblemente cotizada por separado, aglutinaría toda la cadena de valor de las actividades eléctricas, la otra aglutinaría las actividades térmicas en el extranjero y estaría respaldada por un socio industrial a largo plazo, que podría convertirse en mayoritario.

«Los fabricantes de pura electricidad están catalogados por la Bolsa como valores tecnológicos y no industriales» Laurent Petizon, de la consultora AlixPartners

En Renault insistimos en el carácter aún incierto de los contornos de esta escisión, al tiempo que indicamos que se darán más detalles en otoño durante un día del inversor. El momento no se elige al azar. “Los fabricantes de pura electricidad están catalogados por la Bolsa como valores tecnológicos y no industriales, con múltiplos de valoración estructuralmente más altos”, dice Laurent Petizon, director general para Francia de la consultora AlixPartners.

Te queda el 49,54% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5