Becas para estudiantes: la Inspección General de Educación propone una revolución del sistema


Relegadas a los apéndices, estas dos páginas podrían haber pasado desapercibidas. En un informe dedicado a la red de centros comarcales de obras universitarias y escolares -el Crous-, publicado el 26 de julio, la Inspección General de Educación, Deporte e Investigación (Igesr), se pronuncia, discrecionalmente, a favor de la creación de a «subsidio de estudiante»accediendo así a una demanda unánime de las organizaciones representativas de los estudiantes.

Desde el primer quinquenio de Emmanuel Macron, la reforma de las bolsas de valores se ha convertido en una prioridad, sin que se haya producido ningún anuncio real. El sistema de distribución actual, basado en ocho niveles correspondientes a los ingresos de los padres, adolece de efectos de umbral que resultan en el desalojo mecánico de algunos hogares de bajos ingresos. De hecho, tan solo 20 euros de ingresos anuales más para los padres pueden suponer una bajada de 90 euros mensuales en el importe de la beca que recibe el alumno.

En el otoño de 2022, Sylvie Retailleau, Ministra de Educación Superior e Investigación, nombró a un delegado para dirigir las consultas con las organizaciones estudiantiles. A finales de marzo anunció una revisión del baremo, incrementada en un 6%, que permitiría acceder a las ayudas a 35.000 alumnos más de clases medias al inicio del curso 2023. Una primera etapa a la que seguiría una «reforma estructural», cuyos detalles la ministra se había comprometido a dar antes del verano. Pero no vino nada.

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La misión general de inspección “no se pretende adelantar las conclusiones del delegado ministerial”, lo que no le impide presentar propuestas concretas. La creación de un «Subsidio de vida y aprendizaje para estudiantes» causaría a “revisión importante del sistema de ayuda estudiantil”.

“Más empoderador y más protector”

El camino de aprendizaje de un joven, observado durante un largo período (de 18 a 28 años), puede “vincular diferentes periodos de formación y experiencia”, argumenta ella. Un estudiante puede entonces comenzar inscribiéndose en una escuela secundaria para seguir un BTS luego en una universidad o en un establecimiento privado de educación superior, o incluso en una escuela de segunda oportunidad, en un servicio cívico… “Hoy, tal curso genera cambios de estatus que pueden tener consecuencias en la calidad de su seguimiento y apoyo (pérdida de alojamiento para estudiantes, interrupción de beca, ayudas en particular), mostrando una cierta inadecuación de nuestro sistema a las vías diversificadas que, además, anima”señala la Inspección General.

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