En una entrevista para el British Film Institute, Brad Pitt describió el minucioso proceso por el que pasaron él y Ayer al desarrollar su personaje. Cuando se le preguntó si el proceso de creación de la historia de fondo de Don Collier comenzó tan pronto como firmó para interpretar el papel, Pitt respondió:
«Sí, inmediatamente. Y recibí correos electrónicos como a las tres de la mañana. Pero [David Ayer] es un poco maníaco en ese sentido y exige una inmersión total, y creó una experiencia para nosotros que fue diferente a todo lo que había experimentado antes, y bastante notable. Y en el proceso, los cinco nos volvimos muy unidos y aprendimos a operar un tanque Sherman».
La necesidad de David Ayer de una inmersión total es una gran parte de por qué muchas de sus películas tienen algo de realismo descarnado. Películas como «Harsh Times» y «Training Day» están llenas de personajes moralmente ambiguos que tienen un nivel de autenticidad del que carecen películas similares en sus géneros. «Fury» muestra el desarrollo de un vínculo entre los luchadores y la pérdida de la inocencia con el personaje de Lerman, Norman, quien comienza la película sin experiencia en combate, pero al final se ha sumergido por completo en los horrores de la guerra. La poderosa química entre los personajes solo hace que el final trágico de la película sea aún más fuerte.