Cánceres, enfermedades cardiovasculares, diabetes… enfermedades no transmisibles responsables de las tres cuartas partes de la mortalidad mundial


son ampliamente «invisible», según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Enfermedades cardiovasculares, cánceres, enfermedades respiratorias crónicas, diabetes, mortalidad materna, perinatal o relacionada con la nutrición, traumatismos… estas enfermedades no transmisibles son responsables del 74% de las muertes en todo el mundo. Cada 2 segundos muere una persona menor de 70 años a causa de uno de ellos, un total de 17 millones de muertes prematuras cada año.

El miércoles 21 de septiembre, la organización de la ONU publicó un informe sobre «el verdadero alcance de las enfermedades no transmisibles y lo que se debe hacer para combatirlas». Esta fecha no debe nada al azar: coincide con la primera reunión del grupo mundial de Jefes de Estado y de Gobierno sobre estas enfermedades, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York. Una forma, para la ONU, de alertar sobre lo que está en juego en la prevención.

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“Desde finales de la década de 1980, las enfermedades no transmisibles se han convertido en la principal causa de muerte en todo el mundo”, recuerda Philippe Amouyel, profesor de salud pública en la Universidad de Lille y en el Hospital Universitario de Lille. Sin embargo, este cambio es «en gran medida desapercibido»señaló Bente Mikkelsen, director del departamento de enfermedades no transmisibles de la OMS, durante una conferencia de prensa el 15 de septiembre.

Enfermedades «prevenibles»

Los impulsores de estas enfermedades “son a la vez sociales, ambientales, comerciales y genéticas. Su presencia es global y lamentablemente creceañadió este experto noruego. Sin embargo, la financiación nacional e internacional para estas enfermedades es mínima. Es una tragedia porque [elles] son prevenibles y manejables a través de programas [de prévention] y políticas rentables”.

De hecho, gran parte de la mortalidad podría evitarse actuando sobre cuatro factores de riesgo: el tabaco, la comida chatarra, el consumo excesivo de alcohol y el sedentarismo, a los que habría que añadir la contaminación atmosférica. “Si todos los países adoptaran medidas comprobadas, se podrían evitar al menos 39 millones de muertes para 2030 e innumerables vidas serían más largas, saludables y felices”resume la OMS.

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¿Estas palancas de acción están suficientemente activadas? No, insiste la OMS. En 2015, las Naciones Unidas adoptaron un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible; uno de ellos apuntaba, para 2030, a la reducción de un tercio de la mortalidad prematura por estas enfermedades. “Desafortunadamente, y esto es lo que motivó la publicación de este informe, solo un puñado de países está en camino de lograr este objetivo.explicó Leanne Riley, oficial técnica de la OMS para enfermedades no transmisibles y autora del informe. Necesitamos acelerar el progreso. (…) Sabemos lo que funciona y necesitamos incentivar la adopción de estas medidas. »

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