La mujer de 36 años sospecha que información privada de su vida familiar cotidiana se ha pasado a la prensa británica durante meses. Y el topo tenía que ser uno de sus amigos, ¡por supuesto!
Porque es importante saber que la madre de cuatro hijos también tiene una cuenta privada de Instagram, donde decide quién puede ver sus publicaciones. Con un ingenioso truco en las redes sociales, finalmente pudo confirmar su sospecha de que su compañera Rebekah Vardy estaba detrás. Sin embargo, ella niega las acusaciones, culpa a su gerente, quien también tiene acceso a su cuenta, y ahora está demandando a Rooney por difamación.
Por cierto, los maridos destacados hasta ahora se han mantenido en gran medida fuera del encuentro entre sus parejas. Independientemente del veredicto de la Corte Real de Justicia de Londres, es poco probable que Coleen y Rebekah se hagan amigos en el corto plazo. (sfi)