COMENTARIO – La derrota de Nancy Faeser es una debacle para Olaf Scholz


En las elecciones regionales de Hesse, el SPD cayó a un mínimo histórico. El Ministro del Interior, Faeser, que quería convertirse en Primer Ministro, finalmente se ha convertido en una carga para el “semáforo”. Mientras la CDU y la AfD están ganando, los socialdemócratas están perdiendo influencia constantemente.

El SPD, con su principal candidata, Nancy Faeser, perdió las elecciones estatales de Hesse.

Jana Rodenbusch / Reuters

Nancy Faeser no pudo ganar esta carrera. Pero la forma en que el Ministro Federal del Interior perdió su poder debe calificarse de históricamente única. A finales de septiembre, Faeser declaró que luchaba para que el SPD se convirtiera en la fuerza más fuerte en Hesse y para que ella fuera Primera Ministra.

Ahora tiene que conformarse con un mínimo histórico de menos del 16 por ciento y el tercer o cuarto lugar. Faeser llevó a su SPD a su peor resultado desde 1946. El Canciller también se queda allí, avergonzado. Olaf Scholz tiene que preguntarse una vez más qué criterios utiliza para formar su gabinete y por qué se queda tanto tiempo con nombramientos equivocados como el de Faeser.

El desastre de Faeser es autoinfligido. La idea era mala, la ejecución mala, el resultado esperado. Los votantes no aprecian que los políticos incluyan el billete de vuelta en su solicitud. La negativa de Faeser a ocuparse de los problemas de Hesse, incluso en caso de derrota, dio a su candidatura un carácter poco serio. Les dijo a los hessianos que sólo regresaría a casa como Primera Ministra, pero que permanecería en el gabinete de Berlín en caso de derrota. Las metas por las que se esfuerza a medias no se alcanzarán.

Desde el principio Faeser estuvo a la defensiva. Como rival, habría tenido que atacar al actual primer ministro demócrata cristiano, Boris Rhein. En cambio, tuvo que justificar las acciones de un gobierno federal que goza de poca confianza.

La política migratoria fue la piedra de molino de Faeser. Ante el aumento mensual del número de solicitantes de asilo La afirmación del Ministro del Interior de que “estamos haciendo mucho a nivel federal” para reducir la inmigración irregular se convirtió en una afirmación protectora contrafactual. Lo mismo se aplica a la referencia de Faeser a las soluciones europeas, que por supuesto están lejos de estar definitivas. Faeser también comerciaba allí con limones. Los hessianos no la dejaron salirse con la suya.

Los partidos del “semáforo” están todos perdidos

La tendencia a la baja del SPD de Hesse, cuyo índice de aprobación ha caído casi un 60 por ciento desde 2008, se ha acelerado con Faeser. Si a ello le sumamos los malos resultados de Baviera, el SPD se encuentra en un doloroso camino hacia la autoabolición regional. La AfD se hace cargo de parte de su legadoque obtuvo más del 17 por ciento en Hesse con su cauteloso presidente estatal, Robert Lambrou, ex socialdemócrata.

Los Verdes, bajo el mando del Ministro de Economía, Tarek Al-Wazir, que quiere continuar la alianza de Wiesbaden con la CDU, perdieron unos buenos cinco puntos hasta quedar justo por debajo del 15 por ciento. Esto significa que por las malas acciones del gobierno en Berlín fueron castigados algo menos severamente que el tercer socio de la coalición, el FDP. Si esto no supera el obstáculo del cinco por ciento, es probable que aumenten las fuerzas centrífugas y la necesidad de elaborar perfiles en el “semáforo”.

El Canciller suspende el principio de ejecución

Sólo una nota al margen es la salida del Partido de Izquierda del último parlamento de Alemania Occidental en el que todavía estaba representado. Su descenso a la insignificancia parece inevitable y es una buena noticia para Alemania.

El ganador de las elecciones, Boris Rhein, llevó a la CDU a más del 34 por ciento. Esto significa que la brecha que dejó el desastre de 2018 se ha borrado, pero no alcanzó las alturas de los años comprendidos entre 1970 y 2013, cuando la CDU se mantuvo constantemente por encima del 36 por ciento. La CDU ganó claramente, sin triunfar como antes. Con el mejor resultado hasta la fecha en Alemania Occidental, el AfD es el mayor ganador y el SPD el más claro perdedor.

Con Nancy Faeser, los hessianos han mostrado la tarjeta roja a una socialdemocracia que aliena a su clientela principal, los trabajadores, los empleados y la gente común, con cargas siempre nuevas y reprimendas moralistas sin abrir nuevos grupos. Cuanto más se apegue Olaf Scholz a su Ministro del Interior, cuanto más tiempo dé a entender que el principio de actuación ha quedado suspendido en su gabinete.



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