El jefe de gobierno italiano pone fin a la relación con Andrea Giambruno.
Sobre su mesa se acumulan expedientes políticos difíciles y ahora la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, también tiene que lidiar con problemas en su vida privada. A través de las redes sociales anunció su separación de su pareja Andrea Giambruno la mañana del viernes.
“Aquí termina mi relación con Andrea Giambruno, que dura casi diez años”, escribió Meloni, provocando una avalancha de reacciones. «Le doy las gracias por los maravillosos años que pasamos juntos, por las dificultades que pasamos y por darme lo más importante de mi vida: nuestra hija Ginevra». Se habían separado hace mucho tiempo, continuó, y ahora era el momento de reconocerlo.
Mi relación con Andrea Giambruno duró casi el último año y terminó bien. The ringrazio for gli anni splendidi che abbiamo trascorso insieme, per le difficoltà che abbiamo attraversato, e per avermi regalato la cosa más importante della mia vita, che è nostra figlia Ginevra.… pic.twitter.com/1IpvfN8MgA
—Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) 20 de octubre de 2023
El desastre se anunció después de que esta semana se hicieran públicas imágenes ocultas y grabaciones sonoras de Giambruno en el popular programa satírico “Striscia la notizia”. Giambruno trabaja como periodista y presentador en la emisora privada Mediaset, perteneciente al imperio Berlusconi. En las grabaciones se puede escuchar y ver a Giambruno haciendo comentarios machistas y vulgares desde el cajón de abajo a un colega.
La noticia de la separación corrió como la pólvora en Italia. Los principales portales de medios los sitúan inmediatamente en primer lugar, por delante de los últimos acontecimientos en Gaza y Ucrania, así como de los candentes debates políticos sobre el presupuesto estatal de Italia.
Los socios de coalición de Meloni, la Lega y Forza Italia, hicieron declaraciones de solidaridad, e incluso la oposición se mostró comprensiva, después de haber criticado duramente las declaraciones de Giambruno. Este fue antes con omisiones públicas Noté cosas que metieron en problemas a Meloni, como la serie de brutales casos de violación de este verano.
Un fortissimo abbraccio en Giorgia, con mis amigos y mi hijo.
Avanti, a testa alta!– Matteo Salvini (@matteosalvinimi) 20 de octubre de 2023
El asunto no está exento de explosividad y relevancia política. Por un lado, porque Giambruno quedó expuesto precisamente en un canal de Berlusconi. Algunos medios y parlamentarios sospechan que existe algún tipo de complot dentro de la coalición gubernamental de derecha y recuerdan que Meloni se había dirigido en ocasiones anteriores al bando de Berlusconi diciendo que estaba No se puede chantajear.
Otras voces ven el asunto como una maniobra destinada a frenar el ascenso de Giambruno en la jerarquía de la empresa de medios. Lo que va en contra de estas tesis es que el padre de “Striscia la notizia”, Antonio Ricci, es considerado muy independiente. Ricci es “incontrolable” y la última persona que se dejaría explotar, afirman expertos en la escena citado en la “Repubblica”.
Independientemente de lo que se piense sobre estas discusiones: con la separación, la jefa de gobierno italiana pone un nuevo acento en su vida privada, lo que la hace parecer contraria a su credo conservador. Dios, patria, familia: lo que ella y sus Fratelli d’Italia predican en todo el país se aplica cada vez menos a la jefa: no está casada, tiene un hijo, trabaja las veinticuatro horas del día y ahora vive separada de su pareja. .
Por otra parte, ésta es precisamente la realidad de la vida en Italia, donde la familia tradicional está en declive. La separación de Meloni encarna una de las muchas contradicciones de este país.