Cómo la guerra en Ucrania está remodelando el flujo de rearme global


La puesta en escena no pasó desapercibida en los círculos tranquilos de la industria de defensa. Durante la Defense & Security Equipment International, una de las ferias de equipamiento militar más importantes del mundo, que se celebró en los muelles de Londres del 12 al 15 de septiembre, aparentemente se instaló frente al imponente stand de BAE Systems, el gigante de la defensa británico que tradicionalmente ocupa uno de los más amplios espacios de este evento bianual. Una forma para que los británicos muestren su estrecha colaboración militar con Kiev. La señal, sobre todo, de que se están produciendo trastornos en la geopolítica global de los armamentos desde la invasión rusa de Ucrania.

Mientras el conflicto entre Kiev y Moscú, que comenzó el 24 de febrero de 2022, comienza su tercer invierno, los especialistas comparten ahora una certeza: el período de “dividendo de la paz” – expresión inventada en 1990 por Laurent Fabius, entonces presidente de la Asamblea Nacional, para designar un mundo posterior a la Guerra Fría, en el que los Estados ya no tenían la necesidad de invertir en el sector militar, ha desaparecido. La entrada de tropas rusas en Ucrania tuvo el efecto de una descarga eléctrica. Después de varias décadas, durante las cuales el compromiso de los ejércitos occidentales se limitó a guerras asimétricas o de contrainsurgencia, en Afganistán, Irak o el Sahel, la perspectiva de una guerra interestatal convencional a gran escala se ha vuelto una vez más plausible.

El indicador más significativo de esta conciencia es el espectacular aumento del gasto militar a nivel mundial. En 2022, estos alcanzaron un “nivel récord” de 2.240 millones de dólares (2.055 millones de euros) en términos reales, lo que supone un aumento del 3,7% en un año, según el informe anual del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri), publicado en abril. Los Estados europeos, que fueron sorprendidos por la invasión de Ucrania, son los que más rápidamente se están rearmando. Su gasto en el sector alcanzó los 480 mil millones de dólares en 2022, un 13% más que en 2021. Por primera vez, supera el de 1989, al final de la Guerra Fría. Los aumentos más marcados se observan en el flanco oriental, donde el temor a una agresión rusa es mayor: 11% en Polonia, 12% en Suecia, 27% en Lituania, 36% en Finlandia… De la misma manera Durante un período de tiempo , las importaciones de armas a Europa casi se han duplicado (+93%), impulsadas por entregas masivas a Kiev, que se ha convertido en el tercer destino más importante del mundo.

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