Cómo los Flapjacks de Stevie hicieron de Blue Lights el drama criminal más querido del Reino Unido


Luces azules no se trata solo del trabajo; se trata de que los personajes hagan el trabajo. La primera serie presentó a Grace, Tommy y Annie, tres nuevos reclutas del Servicio de Policía de Irlanda del Norte. Como Cumplimiento de su deberLos tres principales son policías auténticos que visten el uniforme por las razones correctas: respetar la ley, servir a la comunidad y ayudar a la gente. A diferencia de Cumplimiento de su deberLos tres principales, se nos permite entrar adecuadamente en sus vidas emocionales y románticas. Los espectadores no tienen que juntar ninguna cara porque sucede en la pantalla.

Aunque Luces azules No le faltan persecuciones de coches, gánsteres o conspiraciones, muchas de sus escenas más exitosas son momentos tranquilos de conexión humana. Grace, de Siân Brooke, y su compañero de patrulla Stevie (Martin McCann) construyen intimidad a través de confesiones emocionales y rollos de salchicha caseros. En la primera temporada, la aprendiz Jen (Heather McClean) y su compañero de patrulla Gerry (Richard Dormer) bromean sobre la lista de reproducción del estéreo del auto. No son Robocops pateando traseros y tomando nombres, sino personas reconocibles.

Esa combinación de intimidad y cariño por orinar también es lo que hizo que inolvidable destaque entre la multitud de la televisión criminal por cuatro series. El exitoso drama de casos sin resolver de ITV de Chris Lang presenta grandes historias temáticas sobre secretos enterrados, pero siempre con la vista puesta en las conexiones emocionales y una relación central construida sobre (esa palabra nuevamente) la calidez.

Luces azules‘ la dramatización de grandes temas es tan emocional como inolvidable‘s. La trama de la segunda temporada explora lo que significa el derecho a la verdad, tanto para los irlandeses del norte que quedaron desconsolados como resultado de The Troubles como para los oficiales de la Rama Especial de la RUC que tomaron decisiones de vida o muerte. Algunos pueden considerar que su conclusión es irrealmente optimista, pero tal vez cuando se trata de una historia tan reciente, el optimismo en el drama puede ser una opción más sabia que el realismo sin adornos. Excavar el pasado de Irlanda del Norte utilizando personajes ficticios que pongan rostros humanos en ambos lados de las tragedias y fomentar la compasión puede ser más beneficioso que otra reformulación fría de los hechos por sí sola.

Como espectáculo criminal, Luces azules logra un equilibrio exitoso entre confrontación y comodidad. No duda en mostrar las cosas difíciles (adolescentes mutilados en ataques paramilitares, veteranos sin hogar sufriendo sobredosis, bombas molotov lanzadas), pero ofrece la tranquilidad de que en medio de la violencia hay personas que están tratando de ayudar y, lo que es más importante, No sois superhéroes; son gente normal con miedos y dudas y con un gusto terrible para las canciones de Ronan Keating.

Es natural que el público disfrute de preocuparse por los personajes que vemos y creer en ellos. Es tan natural que si la trama es lo suficientemente apasionante, como Cumplimiento de su deber‘s, comenzaremos a preocuparnos y creer en ellos incluso cuando el programa no nos prepare especialmente para hacerlo. No hay nada cursi en apoyar la felicidad de un personaje, compadecerse de su dolor y celebrar sus pequeñas alegrías mientras intentan esposar a los malos.



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