cómo Nicolas Sarkozy presiona a los editores


Por Raphaëlle Bacqué y Ariane Chemin

Publicado el 22 de marzo de 2022 a las 23:47 – Actualizado el 23 de marzo de 2022 a las 12:12

Los expresidentes a veces se ocupan de las cosas de manera muy diferente a lo que imaginamos. Así, se podría creer a Nicolas Sarkozy la nariz sobre la presidencial, ocupada en hacer farol Valérie Pécresse o en calcular la conveniencia de una posible unión con Emmanuel Macron. O bien, apoyado en la invasión de Ucrania, aquel que se codeó con Vladimir Putin y recuerda, en su currículum como directivo del grupo Lagardère, que es miembro del consejo asesor de Reso-Garantia, la mayor empresa de Rusia seguro. Pero no, Nicolas Sarkozy dedica mucha energía a una de sus nuevas ocupaciones: vigilar y castigar al pequeño mundo editorial.

Su entrada en escena en el corazón de este entorno del que poco conoce se remonta a la primavera de 2021. El exjefe de Estado marca el teléfono de la directora de ediciones Fayard, Sophie de Closets. «Estoy esperando la disculpa de esta señora», lleva reclamando desde hace semanas por todo París. Sonando en el vacío. Él vuelve a llamar, aún más molesto. «Madame de Closette», como él lo llama, haciendo clic en la última sílaba, rápidamente se da cuenta de que no es una llamada de cortesía sino un soplador. Como cada vez que quiere desestabilizar a sus interlocutores, Sarkozy raspa voluntariamente su nombre. Aturdida por esta violencia, Sophie de Closets (que no quiso responder a las preguntas del Mundo) graba la conversación.

Una docena de casos

Desde hace meses, el exjefe de Estado arremete contra la justicia pero también contra las investigaciones de los periodistas que lo implican en una decena de casos. En ese momento, acababa de ser condenado en primera instancia a tres años de prisión, incluido un año, en el expediente de escuchas telefónicas (el «asunto Bismuto») con su abogado Thierry Herzog. Ahora le toca el turno al asunto Bygmalion, vinculado a la financiación de su campaña de 2012. Sin embargo, supo en la víspera del juicio, por El pato encadenado del 17 de marzo de 2021, que Jérôme Lavrilleux, exjefe de gabinete de Jean-François Copé, había alimentado en gran parte los trabajos dedicados a los desamores de la derecha, que dos periodistas del MundoGérard Davet y Fabrice Lhomme, publicado por Fayard: Odio. Los años Sarko en 2019, y Apocalipsis. Los años de Fillon, en 2020. Estas dos encuestas fueron publicadas bajo la dirección de Sophie de Closets, quien pagó a Lavrilleux, indica el semanario. Compensación por un libro que él mismo había comenzado sin terminar, dice ella, pero Sarkozy ve un complot ahí.

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