SíntesisLa capital, que hoy no está preparada para hacer frente a las recurrentes olas de calor, intenta acelerar la plantación de árboles, la rehabilitación de edificios y la debitumización. “No es ni una profecía, ni una intuición, ni una hipótesis”, advierte un ecologista electo.
París cocinado. Bajo los techos de zinc oa lo largo de las principales arterias pavimentadas, los habitantes vuelven a llevar la peor parte de la ola de calor que azota Francia desde principios de semana. Aunque la capital se ha comprometido desde hace tiempo a adaptarse a los efectos del cambio climático –su primer plan climático data de 2007–, no está lo suficientemente preparada. Para evitar lo peor, el Consejo de París votó por unanimidad, el 5 de julio, la creación de una misión de información y evaluación titulada “París a 50°C”, la primera organizada sobre el clima.
“No es ni una profecía, ni una corazonada, ni una suposición. Estamos en un nuevo régimen climático en el que algunos ya están sufriendo, y que se deteriorará aún más”, advierte Alexandre Florentin, ecologista electo y presidente de esta misión que será lanzada en septiembre. Como prueba, señala los extremos alcanzados en el exterior en 2021, 49,6°C en Canadá, 48,8°C en Italia o 47,4°C en España.
«La cuestión de la habitabilidad se plantea a medio plazo en París si no hacemos nada», argumenta el Sr. Florentin, director de Carbone 4 Académie, que capacita a empresas en cambio climático. Juzgando que la ciudad no es «no está listo»pide traer un “respuesta sistémica” en todos los puntos de vulnerabilidad: “Los escolares que sufren en las aulas en junio, las vainas de las redes eléctricas que se derriten, los raíles del RER o de los tranvías que se deforman o incluso el aire acondicionado de los hospitales que puede parar por encima de los 42ºC. »
Después de seis meses de audiencias, la misión entregará sus conclusiones en marzo de 2023, que se integrarán en la estrategia de resiliencia y el plan climático de la ciudad, actualmente en revisión. El ayuntamiento también planea un ejercicio de crisis, simulando una ciudad a 50°C. “La multiplicación de las olas de calor es el principal desafío climático en París”, asegura Dan Lert, adjunto a cargo de la transición ecológica y el plan climático. Según un estudio publicado en septiembre de 2021, la temperatura ya ha aumentado allí 2,3 °C desde la era preindustrial, más que la media francesa (1,7 °C).
El futuro vendrá en una paleta de rojos. Las olas de calor serán más frecuentes, más intensas, más prolongadas. París podría registrar veintidós días con temperaturas superiores a los 30°C en 2050, treinta y cuatro en 2085, y experimentar respectivamente tres y seis veces más noches tropicales (por encima de los 20°C) para entonces, en comparación con 2010. “Veranos como el de 2003 serán la norma y ya no podemos descartar picos de 50°C en las próximas décadas”, confirma el climatólogo Robert Vautard, director del Instituto Pierre-Simon Laplace. El récord histórico en la capital, que data de hace más de setenta años, cayó en julio de 2019, con 42,6°C.
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