¿Cómo va el parto por primera vez?


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Cuando llegas al final de tu embarazo y tienes contracciones, en ocasiones resulta complicado diferenciar entre el inicio del parto y “una falsa alarma”. Aquí se detallan las diferentes etapas del parto y las soluciones para reducir el dolor según la “revista Santé” y el webzine “Maman pour la vie”.

¿Cuáles son las etapas del parto?

Durante el embarazo, el cuello uterino se describe como grueso y cerrado. Para que el bebé venga al mundo, el cuello uterino primero debe adelgazarse, se dice que «se desvanece», y luego se abre.

Cuando comienza esta primera etapa, las contracciones son dolorosas, se acercan y se intensifican. Cuando este es el caso, es hora de contactar El Profesional quién te sigue o ir directamente a la sala de maternidad. En esta etapa, el cuello uterino se abre entre tres y cinco centímetros. Estos primeros centímetros suelen ser los más lentos, sobre todo si se trata del primer parto. Por lo general, se necesita una hora para una dilatación de un centímetro.

Una vez que el cuello uterino se dilata hasta los cinco centímetros, el parto se acelera y las contracciones se vuelven aún más intensas. Generalmente ahora esperamos dos centímetros de dilatación por hora. Esta fase de dilatación dura una media de ocho horas si nunca has dado a luz y unas cuatro horas en caso contrario. El cuello uterino debe abrirse diez centímetros para estar en “dilatación total”. En este punto, es casi el momento del «desalojo».

Cuando la cabeza del bebé está encajada en la pelvis, puede comenzar a pujar. Una vez que la cabeza del bebé sale, la partera suelta el hombro del bebé y desliza el cuerpo del bebé hacia afuera. ¡Tu hijo ha nacido oficialmente!

Pero el “trabajo” aún no ha terminado. Unos minutos más tarde reaparecen pequeñas contracciones. Esto es el “parto”, es decir la expulsión de la placenta. Luego, la partera tira suavemente del cordón umbilical y la placenta sale del útero.

¿Con o sin epidural?

Hoy en día, más del 82% de las mujeres utilizan la epidural, según una encuesta de Public Health France publicada en 2021.

Una epidural es una anestesia que proporciona alivio del dolor local. Durante el parto, duerme la parte inferior del cuerpo y así alivia las contracciones mediante el uso de un catéter insertado en la columna lumbar. Los productos anestésicos se administran a través de este catéter y la madre puede controlar directamente la dosis mediante una bomba.

El dolor de las contracciones se alivia aproximadamente quince minutos después de la instalación. La epidural permite a algunas mujeres afrontar el parto con más tranquilidad. También limita la fatiga durante este esfuerzo intenso en el que el gasto energético es elevado y, por tanto, es bastante útil para las madres y los fetos frágiles.

Algunas mujeres optan por dar a luz de forma “fisiológica”, es decir sin utilizar epidural. Cada vez más mujeres quieren dar a luz en un entorno menos medicalizado, o incluso en casa. Sin anestesia, estas mujeres dicen que se sienten más libres para adoptar las posiciones que elijan. Al no tener las piernas dormidas, pueden ponerse de pie y facilitar así el descenso del bebé a la pelvis, siendo entonces el parto generalmente más rápido. Para algunas mujeres es necesario sentir las contracciones y así tener control sobre su parto. La necesidad de pujar es inevitable y sentir la cabeza del bebé generalmente permite pujar más eficazmente.

Para aliviar el dolor asociado al parto sin epidural, los especialistas recomiendan masajes en la zona lumbar mediante acompañándolo, caminar o incluso baños calientes. La respiración también juega un papel importante en el manejo del dolor. Aprender a gestionar la respiración practicando yoga prenatal o sofrología, por ejemplo, pueden ser buenas formas de reducir los dolores del parto.



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