Contaminación plástica: un nuevo paso hacia un tratado global validado in extremis en París a pesar de la obstrucción de los países productores de petróleo


«No hay tiempo que perder»recordó Emmanuel Macron en la apertura de las negociaciones organizadas en París del 29 de mayo al 2 de junio para acabar con la contaminación plástica, calificada como » bomba de tiempo « por el jefe de estado. Cada año se generan en todo el mundo más de 350 millones de toneladas de residuos plásticos que amenazan los ecosistemas, la salud y el clima. El calendario es apretado: la comunidad internacional se ha dado hasta finales de 2024 para llegar a un tratado global jurídicamente vinculante.

Después de cinco días de duras negociaciones entre mil delegados de 175 países, el sentimiento predominante es, sin embargo, el de haber «tiempo perdido» arrebatar un acuerdo in extremis que no ponga en peligro la continuación del proceso de elaboración del tratado. Al término de la última sesión plenaria, el viernes 2 de junio, en la Unesco, los Estados dieron mandato al Comité Intergubernamental de Negociación para preparar un “borrador cero”incluir un primer borrador de texto, antes de la próxima sesión de negociación, prevista para noviembre en Kenia.

Pero las tensiones y la resistencia han sido fuertes. «Tuvimos un comienzo de semana difícil con muchas maniobras quisquillosas y algo dilatorias en puntos de procedimiento que nos llevaron a entrar en cosas serias tarde», comentó Christophe Béchu. El ministro francés para la Transición Ecológica había presentado la secuencia parisina como un paso «crucial». Casi se vuelve fatal.

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Dos días de bloqueo

“Evitamos lo peor”, admite un negociador europeo. Los dos primeros días de conversaciones se empantanaron por cuestiones de procedimiento. Encabezados por Arabia Saudí, varios países del Golfo a los que se suman Rusia, Irán, China, India e incluso Brasil se niegan a que el futuro tratado sea aprobado por votación -por una mayoría de dos tercios- si no se llega a un consenso. Un principio sin embargo validado durante la primera sesión de negociaciones, a finales de noviembre de 2022 en Uruguay.

“La pregunta sobre la votación tuvo el mérito de quitarse las máscaras muy tempranoanaliza David Azoulay, informado observador de justas diplomáticas dentro del Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL). Cuenta con el apoyo de los estados del petróleo y el gas y los productores de plásticos que saben que si el tratado se lleva a cabo, no será bueno para sus negocios. Por eso intentaron descarrilarlo antes de su lanzamiento pero no pudieron. »

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