El estricto confinamiento impuesto desde 2020 para luchar contra el Covid-19 se está suavizando progresivamente en Corea del Norte. A los nacionales que se encuentran en el extranjero se les ha permitido regresar a sus hogares, anunció la agencia oficial de noticias KCNA el domingo 27 de agosto, citando al Centro de Prevención de Emergencias Epidémicas.
“Las personas que regresen serán puestas bajo observación médica en centros de cuarentena durante una semana”especifica la agencia, añadiendo que la decisión se tomó debido a “la mejora de la situación epidémica a nivel mundial”.
Corea del Norte cerró sus fronteras a principios de 2020 para luchar contra la pandemia, pero aumentan los signos de reapertura. Después de tres años de cierre, la aerolínea nacional Air Koryo, por ejemplo, ha reanudado los vuelos comerciales internacionales. Uno de sus aviones aterrizó en Beijing el martes.
La semana pasada, a una delegación de atletas norcoreanos se le permitió salir del país para competir en una competición de taekwondo en Kazajstán, y el mes pasado dignatarios chinos y rusos asistieron a un desfile militar en Pyongyang. Fueron los primeros altos funcionarios extranjeros que visitaron Corea del Norte en varios años.
“Con este último anuncio, se espera que un retorno a gran escala de norcoreanos se produzca también por tierra”afirmó Cheong Seong-chang, investigador del Instituto Sejong, entrevistado por Agence-Presse.
Sin reapertura total
A pesar de los signos de relajación, algunos observadores creen que Corea del Norte aún no está lista para reabrir sus fronteras.
“Los norcoreanos no han sido vacunados”, recuerda Cho Han-bum, investigador del Instituto Coreano para la Unificación Nacional. Añade que Pyongyang probablemente se haya visto afectado por los cuellos de botella del sistema sanitario chino tras la repentina decisión de Pekín en diciembre de 2022 de poner fin a su política de Covid cero.
Esto había provocado un fuerte aumento del número de hospitalizaciones y muertes. Según algunos estudios, casi dos millones de personas murieron en las semanas siguientes.
El sistema de salud de Corea del Norte es uno de los más débiles del mundo. No hay vacunas para el Covid-19 ni medicamentos antivirales, y las autoridades sanitarias no pueden permitirse realizar pruebas a gran escala. Si se reabre por completo, la situación podría ser mucho peor que en China, afirmó Cho.
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Según Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, la muy limitada reanudación de los vuelos a China y Rusia y la autorización del regreso de expatriados “no constituyen de ninguna manera una reapertura completa de la frontera”.