Crisis alimentaria: «Erradicar el hambre es una cuestión de voluntad política»


José Graziano da Silva es un agrónomo brasileño, director del Instituto Fome Zero (Instituto Hambre Cero). Exministro de Luiz Inácio Lula da Silva en 2003-2004, coordinó en Brasil el programa “Fome cero” de lucha contra la desnutrición y la pobreza extrema. De 2012 a 2019, se desempeñó como Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cargo que lo colocó en la primera línea de la creciente inseguridad alimentaria mundial.

Desde hace varios meses, los precios de los alimentos se han disparado. ¿Cuál es la naturaleza de la crisis actual y el impacto concreto de la guerra en Ucrania, que comenzó el 24 de febrero?

La guerra es uno de los factores del alza de los precios de los alimentos. De hecho, existe el riesgo de hambrunas en África y en los países árabes más pobres, especialmente en los que ya están afectados por conflictos y la crisis económica. Es difícil hacer proyecciones sin saber cuánto durará el conflicto. Pero es probable que la próxima temporada de cosecha se vea comprometida, tanto en Ucrania como entre sus vecinos, ya que los agricultores temen la volatilidad y los precios muy altos de los fertilizantes y la energía.

Leer también Artículo reservado para nuestros suscriptores Guerra en Ucrania: alerta de seguridad alimentaria mundial

Por el momento, según estimaciones de la FAO, las existencias de cereales se encuentran en un nivel bastante cómodo. Pero la inestabilidad de los mercados fomenta la especulación. Los vendedores mantienen sus existencias, a la espera de poder venderlas a un mejor precio. Este es un comportamiento normal de los actores económicos en una situación de gran incertidumbre, donde no sabemos con precisión los volúmenes disponibles para productores clave, como China. Además, con la excepción de China, que tiene acciones estatales, la mayoría de las acciones en el mundo son privadas y no tenemos visibilidad sobre ellas.

Las instituciones internacionales están aumentando los llamados a la transparencia sobre el estado de las existencias. ¿Pueden estas llamadas tener éxito?

No hay forma de que esto funcione, porque la especulación es inherente al hecho de que los mercados están dominados por unas pocas grandes multinacionales, con muy poca regulación. Aparte de las solicitudes de instituciones como la FAO o el Programa Mundial de Alimentos para no restringir las exportaciones y mantener los mercados abiertos, no hay ninguna acción por parte de la Organización Mundial del Comercio o la Conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo (Cnuced) para más regulación.

¿Hemos aprendido las lecciones de crisis alimentarias anteriores, en particular la de 2007-2008, que condujo a los disturbios por alimentos?

Te queda el 79,51% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5