Cumbre APEC: Francia quiere ser actor en el Indo-Pacífico


“Debes estar preguntándote qué está haciendo un presidente francés allí. » Emmanuel Macron es irónico, este viernes 18 de noviembre, en Bangkok (Tailandia), para justificar su presencia en la cumbre APEC, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que reúne a una veintena de países, desde China hasta Estados Unidos pasando por Rusia, Japón, Australia e Indonesia.

Los grandes capos abordados por el Jefe de Estado, en inglés, agradecen la broma entre risas. «Muy honrado», el presidente francés se jacta de ser el primer líder europeo invitado por APEC, antes de unirse a sus homólogos, incluido el presidente chino, Xi Jinping, y la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, en el gigantesco centro de convenciones de la capital tailandesa. Francia, dice, es «un país de la región». Y esta invitación, cree el Elíseo, “valida la estrategia Indo-Pacífico lanzada en 2018”.

Más allá de los acalorados debates del G20 sobre la guerra en Ucrania, el Jefe de Estado aprovechó su visita a Bali, luego a Bangkok, esta semana, tanto para popularizar como para defender este enfoque socavado, en septiembre de 2021, por la punzante revés sufrido en Australia con la cancelación de la venta de doce submarinos convencionales franceses, a favor de buques nucleares prometidos por Estados Unidos y Reino Unido. En ese momento, el surgimiento de la alianza Aukus había desencadenado una grave crisis de confianza entre París y sus aliados estadounidenses, británicos y australianos, acusados ​​de «duplicidad». Este momento de tensión, superado rápidamente con Washington, había hecho temblar el acercamiento lanzado por Macron sobre una base inicialmente muy segura, según los contratos de armamento firmados con Australia, India e Indonesia, para dotarlos de Rafale, submarinos u otras fragatas.

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En Bali, el jefe de Estado habló sin embargo con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, con quien Francia intenta, desde la elección del líder laborista en mayo, relanzar su asociación “estratégica”. Unas horas más tarde, admitió por primera vez que París todavía tenía la ambición de vender sumergibles a Australia. Esta oferta “se sabe, todavía está sobre la mesa”dijo, juzgando que “los británicos están incapacitados” para suministrar dispositivos de la competencia y que Estados Unidos ha “una tarjeta de baile bien llena”. Si Albanese no pretende romper el proyecto Aukus, Macron esperaría, además, a que las cosas se aclaren, antes de plantearse una nueva visita a Australia, si es posible en los próximos meses.

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