De visita en Túnez, Giorgia Meloni aboga por un acuerdo con el FMI


Ramo de flores y alfombra roja. Recibida con honores en Túnez, el martes 6 de junio, la presidenta del consejo italiano, Giorgia Meloni, fue recibida en su descenso del avión por la jefa de Gobierno, Najla Bouden, antes de llegar a Cartago, donde habló con el jefe de Estado , Kais Saied. La visita oficial del líder ultraderechista -la primera desde el golpe de Estado del presidente tunecino en julio de 2021- duró apenas unas horas, pero confirma la atención que Italia presta a su vecino del sur del Mediterráneo. Un interés alimentado por el recrudecimiento de la salida de inmigrantes de las costas tunecinas.

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Roma, que ya ha enviado a su ministro del Interior, Matteo Piantedosi, dos veces a Túnez en enero y mayo, está preocupada por las repercusiones en su suelo de la crisis socioeconómica y financiera que atraviesa Túnez. El país, afectado por el aumento del costo de vida y la escasez crónica de alimentos, está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un préstamo de 1.900 millones de dólares (1.780 millones de euros). Pero las conversaciones se están estancando.

La breve visita de Giorgia Meloni pretendía convencer al presidente tunecino de hacer concesiones en las reformas que condicionarían la liberación de créditos y ayudas. “Hablé con el presidente Saïed sobre los esfuerzos que está haciendo un país amigo como Italia, con pleno respeto a la soberanía tunecina, para intentar llegar a una conclusión positiva del acuerdo entre Túnez y el FMI”declaró el presidente del consejo al término de la reunión, reafirmando de paso que queda un préstamo del organismo “fundamental para fortalecer el país y para su plena recuperación”.

Los “dictados” del FMI

El FMI dio su aprobación previa en octubre de 2022, pero el mecanismo está condicionado a la implementación de determinadas medidas, como la reducción de la masa salarial de los funcionarios públicos, la reforma de las empresas estatales y, sobre todo, el desmantelamiento de los subsidios públicos. sobre productos básicos. La desaparición de este sistema podría tener un fuerte impacto en los tunecinos más modestos, mientras que el país vive desde hace varios meses una inflación que ronda el 10%.

“Los mandamientos [du FMI] que conduzcan a más pobreza serán rechazados”, había replicado Kaïs Saïed el 6 de abril, calificando «dicta» las medidas solicitadas. “Si Kais dijo acepta las condiciones del FMI tal como son, con los plazos, corre el riesgo de desencadenar protestas sociales, analiza Bassem Snaije, asesor financiero y profesor de economía en Sciences Po Paris y en Beirut Business School. Juega una partida de póquer para conseguir que las condiciones para el rescate de Túnez sean lo menos dolorosas posibles para quienes no tienen los medios. »

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