El desarrollador Samurai Punk, con sede en Melbourne, ha anunciado que dejará de operar después de casi diez años de crear juegos. La declaración de la compañía, atribuida a los directores de estudio Winston Tang y Nicholas McDonnell, no proporciona una razón específica para la decisión, pero llega en medio de una ola de cierres de estudios y despidos en la industria.
El debut de Samurai Punk fue el FPS en pantalla dividida de 2014, Screencheat, que consagró la falta de fiesta titular Goldeneye 64 como la mecánica central del juego. Los modelos de jugadores enemigos eran permanentemente invisibles, por lo que mirar las pantallas de otros jugadores era la única forma de rastrear a los oponentes.
Screencheat surgió de un proyecto de game jam de McDonnell, siendo el concepto inicial una experiencia multijugador competitiva basada en rompecabezas. Al carecer de los recursos para implementar redes en línea al principio, el equipo adoptó una presentación de pantalla dividida multijugador local, pero eso a su vez acabó con la resolución de acertijos ya que los jugadores podían, bueno, hacer trampa en la pantalla. Sin embargo, toparse con este obstáculo parece haber inspirado la celebración definitiva de Screencheat de la fiesta de cumpleaños de ese amigo de los 90.
Desde entonces, Samurai Punk colaboró con otros estudios en proyectos como Florence y al mismo tiempo lanzó seis de sus propios juegos que abarcan varios géneros, incluido el rompecabezas numérico Trios, la sátira de realidad virtual American Dream y el destacado juego chillout Feather. El último juego de Samurai Punk fue el shooter de supervivencia en arena al estilo Devil Daggers, Killbug, que salió en mayo.
«Para nuestros jugadores y fanáticos, Samurai Punk entrará en un modo de soporte para garantizar la existencia de nuestros productos existentes», concluye el comunicado, indicando que el catálogo anterior de Samurai Punk permanecerá disponible con la funcionalidad en línea preservada en el futuro previsible. Cuatro desarrolladores perdieron sus empleos como parte de este cierre, y Samurai Punk alentó a los empleadores potenciales a comunicarse con los afectados.