“Esta ventana de tiempo es muy importante, cuatro horas y media como máximo, para que una parte de las células del cerebro no muera”, dice el hombre de 69 años y hace un llamado a todos para que se informen sobre los síntomas. La ayuda llegó a tiempo para Michael. Sin embargo: «Tuve que volver a aprender TODO», dice sobre el tour de force que tiene detrás. Tanto mejor que pudo presentar su exitosa recuperación en el Torneo Benéfico de Golf ROM Eagles cerca de Munich. (do)