Las entregas de Turquía de drones armados Bayraktar TB2 al ejército ucraniano, que los utiliza con una eficacia formidable contra las columnas blindadas rusas y se jacta de su destreza en las redes sociales, han sido la manzana de la discordia entre Moscú y Ankara durante varias semanas.
Capaces de volar durante veinticuatro horas a más de 18.000 pies dentro de un rango estimado de 150 kilómetros, equipados con varios misiles, estas máquinas de ataque ya habían demostrado su valía en Siria, Libia y durante la guerra entre Armenia y Azerbaiyán por el control de la Región de Nagorno-Karabaj, en el otoño de 2020.
Ucrania había adquirido una veintena antes de la guerra y diez más le fueron entregadas tras la invasión rusa, que acabó irritando al presidente Putin. “Los rusos solían quejarse y ahora se están quejando”dijo a Reuters un alto funcionario de Ankara el 8 de abril.
El reciente hundimiento del Moscú, el buque insignia de la flota rusa en el Mar Negro, probablemente ha alimentado aún más las quejas de Moscú. Se cree que los drones TB2 jugaron un papel en la desaparición del crucero, que se hundió frente a Odessa el 14 de abril después de que, según informes, fuera alcanzado por dos misiles ucranianos.
Según los medios turcos y ucranianos, poco antes del ataque, dos TB2 sobrevolaron el barco, con fines de inteligencia, interferencia o para servir como señuelo. Es en parte gracias a la acción de estos dispositivos que los soldados ucranianos pudieron disparar con éxito dos misiles contra el barco, que sin embargo estaba equipado con un potente radar y un sistema antimisiles. Moscú afirma que su crucero se hundió tras un incendio accidental, pero sin convencer.
“Vulnerabilidad de los sistemas rusos”
“La guerra en Ucrania reveló la vulnerabilidad de las defensas aéreas rusas frente a los drones de fabricación turca, especialmente los TB2”, subraya Can Kasapoglu, un experto militar informado, en el sitio del think tank Hudson Institute el 15 de abril. Innumerables sistemas antiaéreos SAM rusos han sido destruidos en Ucrania por TB2. Otros sistemas, como el Tor-M2 y el Pantsir, que sin embargo Rusia afirma haber modernizado para interceptar drones, tampoco resistieron.
“La vulnerabilidad de los sistemas rusos se ha documentado repetidamente y en diversas situaciones: en Siria, Nagorno-Karabaj, Libia y ahora Ucrania. Si el ejército ruso no puede lidiar con los drones en su campo de batalla más importante desde el punto de vista geopolítico, significa que sus sistemas de defensa aérea no están a la altura”.cree el Sr. Kasapoglu.
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