En «Dune: Part One» supimos que la madre de Paul Atreide, Lady Jessica (Rebecca Ferguson), está embarazada. Tanto en el libro original de Herbert como en la subestimada película «Dune» de David Lynch, la hija de Jessica está prenacida, lo que significa que ganó conciencia y personalidad incluso mientras estaba en el útero, debido a la exposición al Agua de la Vida. Hacia el final del libro, Alia tiene sólo cuatro años, pero esencialmente actúa como una adulta, incluso asesinando al barón Harkonnen con un cuchillo.
«Dune: Part Two» no presenta a un niño de cuatro años hablando como una mujer adulta, pero Alia sigue siendo una gran parte de la película. Verás, técnicamente ella nunca nace durante la película real. Dado que Villeneuve condensa la línea temporal de la historia desde años hasta unos pocos meses como máximo, esto tiene sentido. Y, sin embargo, aunque los personajes no ven físicamente a Alia, su presencia está en toda la película. Anya Taylor-Joy le da voz a la no nacida Alia en narraciones en off que acompañan la mayor parte de la historia.
Lo más importante, y mucho más divertido, es que la cámara constantemente muestra el útero de Jessica, mostrando al feto en desarrollo escuchando e incluso reaccionando a lo que sucede a su alrededor, claramente consciente de las acciones de Paul. Es más, Jessica mantiene conversaciones constantemente con su hijo por nacer mientras camina entre los muy confundidos Fremen. Puede que Alia no sea una niña con superpoderes, pero ahora es una niña no nacida con superpoderes que habla con su madre e incluso parece darle órdenes. Es extraño y profundamente divertido.
Villeneuve quería que «Dune: Part Two» arreglara cosas que no le gustaban en la novela dándole a Jessica un papel más importante, y lo logró. La cuestión es que su papel implica principalmente ser influenciada por su bebé para crear un culto a la personalidad de Paul, con Alia conspirando y confabulando incluso antes de que ella nazca.