En el segundo día de la selección del jurado en el juicio de Harvey Weinstein en Los Ángeles, el ex productor de cine fue llevado a la sala del tribunal, después de haber cambiado su atuendo de prisión por un traje. “Hola a todos”, dijo, saludando al jurado desde la mesa de la defensa, donde se había subido a un asiento desde su silla de ruedas.
Pero antes de que Weinstein se enfrentara a un grupo de 71 jurados potenciales en su juicio por violación y agresión sexual, sus abogados tenían otro problema que plantear ante el tribunal: las condiciones «antihigiénicas» y «fétidas» de la celda de detención de Weinstein.
“Es casi medieval, las condiciones. Me preocupa su salud y su capacidad para sobrevivir a esta terrible experiencia”, dijo uno de los abogados de Weinstein, Mark Werksman, a la jueza Lisa B. Lench. “Me preocupa que sobreviva a esta terrible experiencia sin un ataque al corazón o un derrame cerebral”.
“Odio usar la palabra trato especial”, continuó Werksman. “Es un hombre de 70 años con problemas de salud”.
El abogado de Weinstein sugirió que su cliente no tiene acceso a un baño en la celda de detención.
“Él no está privado de un baño. Hay un baño en la celda”, replicó el juez. “No voy a dejar que el registro refleje que está privado de un baño. No voy a dejar que el registro parezca que no tuvo acceso a un baño”.
“Es antihigiénico, es prácticamente inutilizable, es medieval”, respondió Werksman, afirmando que no tenía la intención de sugerir que no había baños disponibles.
El abogado de Weinstein presentó cuatro notas médicas al tribunal y le dijo al juez que cuando su cliente sale de la sala del tribunal todos los días, lo llevan a una celda de detención, donde lo dejan solo en su silla de ruedas durante unas horas antes de ser transportado de regreso a la cárcel. La jueza dijo que hablaría con los oficiales sobre la situación de Weinstein, pero explicó que no hay un exceso de camionetas para sillas de ruedas disponibles para recogerlo después de que concluya el juicio ese día. “No lo estoy minimizando, simplemente no estoy seguro de que haya mucho por hacer”, dijo el juez Lench.
La salud de Weinstein ha sido un tema planteado repetidamente por sus abogados, no solo durante este juicio actual, sino también a lo largo de su juicio en Nueva York, donde ingresó a la sala del tribunal con un andador todos los días. Después de que el jurado lo declarara culpable de violación y agresión sexual durante ese juicio en 2020, Weinstein fue llevado a un hospital por dolores en el pecho y para someterse a un procedimiento cardíaco, en lugar de ser transportado directamente a prisión.
El equipo de defensa de Weinstein ha dicho que sufre problemas cardíacos, diabetes, apnea del sueño y problemas oculares. Sus abogados lo han descrito anteriormente como “técnicamente ciego” y recientemente le rogó al juez que le permitiera visitar a un dentista privado porque sus dientes se están pudriendo en la cárcel.
El tercer día de selección del jurado continuará el miércoles y se espera que el proceso dure dos semanas, con declaraciones de apertura programadas para el 24 de octubre.
Este juicio marca el segundo juicio por violación y agresión sexual de Weinstein, luego de su condena de 2020 y su sentencia de 23 años. Si vuelve a ser condenado en este juicio, que se basa en 11 nuevos cargos derivados de cinco mujeres, nunca volverá a salir libre.