La mayor parte de la «Guerra de las Galaxias» original se rodó en Inglaterra en los estudios Elstree (el rodaje en Túnez de las escenas de Tatooine fue bastante estresante para George Lucas). El equipo de Lucasfilm regresó para «El Imperio Contraataca», aunque nuevamente desafiaron los elementos, esta vez el frío, para filmar las escenas de Hoth en Noruega.
Dado que «Star Wars» se estaba rodando en Inglaterra, los creativos de las películas reclutaron talentos locales para los personajes secundarios. Los oficiales imperiales no tienen acento sólo para que parezcan aristocráticos, sino porque sus actores eran en gran parte británicos.
Así encontró a Glover el productor de «Empire Strikes Back», Robert Watts; los dos eran vecinos en ese momento. Obviamente sabía que Glover podía manejar un papel poco exigente como Veers y le preguntó si quería estar en la película. Glover, por supuesto, dijo que sí. Watts reclutó nuevamente a Glover para aparecer en «La última cruzada»; inicialmente lo sugirieron para el coronel nazi Ernst Vogel, pero cuando ese papel fue ocupado (por Michael Byrne), le ofrecieron a Donovan en su lugar. Glover fue franco acerca de cómo la suerte ayuda en el negocio del cine:
«Espero haber conseguido los papeles de todos modos, ser respetado como actor, pero este negocio se trata de contactos: a quién conoces y dónde estás en un momento determinado. Podrías estar en un restaurante y el productor podría detectarte y decir: ‘Ese es el tipo que queremos’. Eso sucede todo el tiempo. O dicen: ‘Quizás quiera a Julian Glover para eso’, y luego me ven en un restaurante y piensan: ‘¡Oh, no, no lo quiero!'».
El general Veers tuvo la misma suerte de no estar presente en ninguna escena en la que Darth Vader necesitaba a alguien a quien asfixiar.