El cineasta iraní Reza Dormishian no puede salir del país por su aparición en un festival de cine


El pasaporte de Dormishian fue confiscado en un aeropuerto iraní después de que expresara su solidaridad con los cineastas Mohammad Rassoulof y Jafar Panahi en las redes sociales.

Reza Dormishian

Reza Dormishian

El cineasta iraní Reza Dormishian iba a acompañar a “A Minor”, ​​una nueva película que produjo, al Festival Internacional de Cine de la India esta semana, pero las autoridades iraníes lo detuvieron en el aeropuerto y le prohibieron salir de su país de origen. Su pasaporte fue confiscado y remitido a los tribunales para su enjuiciamiento penal. La película, que fue dirigida por Dariush Mehrjui, se proyectó en el festival el jueves y viernes.

En un comunicado enviado a IndieWire, los representantes de Dormishian atribuyeron su detención a una serie reciente de publicaciones en Instagram que hizo criticando al gobierno de Irán. Fue particularmente crítico con la represión del régimen contra los cineastas, expresando su solidaridad con Jafar Panahi y Mohammad Rasoulof, ambos encarcelados por hablar en contra de las injusticias en Irán. Rasoulof fue arrestado a principios de 2022, y Panahi fue arrestado y sentenciado a una pena de prisión de seis años después de visitar a su colega cineasta y hacerle preguntas sobre las circunstancias que llevaron a su arresto.

Mientras Irán continúa tomando medidas enérgicas contra las voces artísticas disidentes, sus cineastas no se han quedado callados. Panahi ha seguido haciendo oír su voz a través de declaraciones emitidas en varios festivales de cine a pesar de estar encarcelado en Irán.

“Somos cineastas. Somos parte del cine iraní. Para nosotros, vivir es crear”, dijo en un comunicado que se leyó en el Festival de Cine de Nueva York antes de la proyección de su película “No Bears”. Creamos obras que no son por encargo. Por lo tanto, los que están en el poder nos ven como criminales. El cine independiente refleja su propio tiempo. Se inspira en la sociedad. Y no puede ser indiferente a ello. La historia del cine iraní es testigo de la presencia constante y activa de directores independientes que han luchado para hacer retroceder la censura y asegurar la supervivencia de este arte. En este camino, a algunos se les prohibió hacer películas, otros fueron obligados a exiliarse o reducidos al aislamiento. Y, sin embargo, la esperanza de volver a crear es una razón de ser. No importa dónde, cuándo o bajo qué circunstancias, un cineasta independiente crea o piensa en la creación. Somos cineastas, independientes”.

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