El Comité de Política de Seguridad del Consejo de los Estados da luz verde al traslado de 25 Leopard 2A4 suizos a Alemania


Los carros de combate almacenados serán desmantelados. Éste es el requisito previo para comerciar con Rheinmetall. Por tanto, el Parlamento busca una salida al estancamiento en materia de política exterior.

Tanques Leopard del ejército suizo en un almacén secreto.

Yves Bachmann para NZZ el domingo

Cualquiera que haya leído los planes del jefe del ejército no se sorprende: en el informe «Imagen del objetivo y estrategia para el crecimiento», que presentó el comandante del cuerpo Thomas Süssli a mediados de agosto, «la conservación del valor de hasta 62 carros de combate almacenados 87 Se propone Leopard 2A4». Pero en la sala hay 96 carros de combate de este tipo.

Así que el ejército no quiere quedarse con todos los Leopard 2. En estas circunstancias, a la Comisión de Política de Seguridad (SiK) del Consejo de Estados le resultó evidentemente más fácil desmantelar 25 tanques. Este es el requisito previo para poder vender los principales carros de combate del ejército suizo a Alemania, como apoyo indirecto a Ucrania.

La Bundeswehr ya ha entregado el Leopard 2 de sus existencias. Después de la modernización, los carros de combate suizos llenarán los huecos en los arsenales de las fuerzas terrestres alemanas, posiblemente también de otro Estado de la OTAN. En una carta, los ministros de Economía y Defensa de Alemania pidieron al Bundesrat que transfiriera al grupo Rheinmetall los Leopard 2 que ya no eran necesarios para el ejército suizo. Se excluye una transferencia directa a Ucrania.

Un trago amargo para Suiza

En la sesión de verano, el Consejo Nacional ya aprobó el cambio por 132 votos a 59. El Parlamento está tratando de cuadrar el círculo: debido a que la Ley de Material de Guerra prohíbe la reexportación de armamento suizo a una zona de guerra, Suiza se vio presionada desde el exterior para mostrar solidaridad con los esfuerzos de sus socios occidentales en la guerra de Ucrania.

La transferencia de 25 Leopard 2 almacenados siguió siendo la única salida al estancamiento de la política exterior. Es amargo que el ejército tenga que renunciar a sus propios carros de combate: Ruag, la empresa federal de armamento, posee 96 Leopard 1, que se encuentran en el norte de Italia y nunca han tenido nada que ver con Suiza. Pero el Consejo Federal rechazó la venta por razones de neutralidad.

En la próxima sesión de otoño, el Consejo de los Estados decidirá sobre la aplicación de su SiK. El Consejo Federal tiene la última palabra. Con el Leopard 2 restante, el ejército quiere equipar completamente su cuerpo mecanizado.



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