Para la prensa, eran «los destripadores de Chicago». Mal nombre, porque no destripaban simplemente a sus víctimas. También cortaban los pechos de las mujeres para ceremonias satánicas. Este asunto estadounidense, que se remonta a la década de 1980, es el ejemplo perfecto de lo que son fundamentalmente los “asesinos en serie”.
Invitado(s): Quentin Bruet-Ferreol, fundador del sitio web Tryangle, un gabinete de curiosidades dedicado a historias extrañas. Especialista en sectas americanas y asesinos en serie. Autor de «Dios es un ladrón que camina en la noche» (Ediciones Bouquins.)