Como aprendimos de «Guardianes de la Galaxia» y «Guardianes de la Galaxia Vol. 2», el duro conocido como Yondu era en realidad un amor salvavidas. Había secuestrado a un joven Peter Quill después de la muerte de su madre y eligió criar a Peter y protegerlo de su padre, Ego (Kurt Russell), y los otros Devastadores. El problema, por supuesto, es que Yondu nunca fue la figura paterna más emocionalmente disponible, y Quill se volvió resentido y se distanció de él. A pesar de lo duro que era con Quill, esta era su forma retorcida de mostrar amor. Es como el Dr. Perry Cox de «Scrubs», pero, ya sabes, también un líder centauriano de una facción exiliada de los Devastadores.
Después de la destrucción del planeta de Ego en el «Vol. 2», Yondu se va volando con Peter y le dice que la mejor decisión que ha tomado es tomarlo bajo su protección. Siempre dispuesto a poner su dinero donde está su boca, Yondu lo demuestra al darle el último traje espacial, sacrificándose para permitir que Peter sobreviva. La reacción desconsolada y horrorizada de Quill ante la muerte de su padre es posiblemente la actuación más fuerte de la carrera de Chris Pratt y uno de los momentos más dolorosos en la totalidad de la MCU. Luego, Peter reconoce a Yondu como su «verdadero padre» en su funeral y finalmente acepta que, a pesar de sus defectos, Yondu realmente lo amaba.