T-Platforms, una empresa rusa que una vez planeó construir una supercomputadora a exaescala y CPU de cosecha propia, se declaró en bancarrota esta semana porque el costo de los activos de la empresa era menor que sus obligaciones. T-Platforms fue una de las pocas empresas en Rusia que pudo construir supercomputadoras de alto rendimiento de clase mundial. Las principales razones de la quiebra no son las sanciones de los países occidentales, sino el intento de Rusia de reemplazar las tecnologías occidentales por las suyas.
T-Platforms se estableció en 2002 para construir servidores y supercomputadoras que fueran competitivas frente a las ofertas de IBM y HP. A lo largo de los años, T-Platforms desarrolló algunas de las supercomputadoras de mayor rendimiento de Rusia basadas en procesadores AMD Opteron, Intel Xeon y Nvidia Tesla. Por ejemplo, la supercomputadora Lomonosov de la compañía, basada en 33.072 CPU, fue clasificada como la máquina número 18 más potente del mundo y la supercomputadora número 3 en Europa.
Eventualmente, la compañía expandió su negocio fuera de Rusia y estableció oficinas en Hannover, Alemania; Hong Kong, China; y Taipéi, Taiwán. Sin embargo, la empresa tuvo problemas con el Departamento de Comercio de EE. UU. a principios de 2013 cuando este último acusó a T-Platforms de vender supercomputadoras a usuarios finales militares y de investigación nuclear, en contra de la seguridad nacional de EE. UU. Como resultado, T-Platforms se eliminó de la lista de entidades de DoC a fines de 2013 y principios de 2014.
Pero después de que Rusia invadió Crimea en 2014 y se enfrentó a la primera ronda de sanciones, el gobierno inició programas para desarrollar microprocesadores y otros chips en el país para reemplazar las ofertas x86 de AMD e Intel. Una de las empresas destinadas a crear sistemas en chips basados en Arm para PC dirigidos a agencias gubernamentales fue Baikal Microelectronics, una subsidiaria de T-Platforms establecida en 2012.
Baikal Microelectronics obtuvo subsidios gubernamentales para acelerar el desarrollo de servidores y procesadores caseros. Sin embargo, aunque Baikal Microelectronics logró diseñar varios procesadores basados en Arm y MIPS, mientras que T-Platforms comenzó a vender algunos de sus nuevos servidores en Rusia, no pudieron entregar sus productos a tiempo. Como resultado, el Ministerio de Comercio de Rusia demandó a Baikal en 2019. Mientras tanto, el director ejecutivo de T-Platforms fue arrestado en marzo de 2019 porque su empresa no entregó alrededor de 9000 PC basadas en Baikal al Ministerio del Interior. Es entonces cuando la empresa comenzó a despedir personal y cerrar sus operaciones.
Eventualmente, T-Platforms tuvo que vender su participación del 60% en Baikal a Varton en octubre de 2020, informa CNews. La empresa se declaró en quiebra en octubre de 2021. En diciembre de 2021, el Arbitraje de Moscú decidió introducir un procedimiento de control externo para T-Platforms. Vsevolod Opanasenko, el ex director ejecutivo de T-Platforms que enfrenta diez años de prisión, planea declararse en bancarrota él mismo. Algunos informes de los medios indican que solía controlar el 75% de T-Platforms, mientras que la participación restante pertenecía al gobierno ruso.
En la actualidad, los sitios web de T-Platforms y Baikal Microelectronics ya no están operativos.