Según Gould, quien co-creó la serie con Vince Gilligan y dirigió «Saul Gone», ese momento culminante de la confesión se inspiró en parte en una historia clásica. «Solíamos hablar sobre la progresión de Jimmy McGill, de Saul Goodman como un poco como ‘A Christmas Carol'», dijo Gould a AMC Talk.
En la clásica historia de Charles Dickens, el avaro sin corazón Ebenezer Scrooge es visitado por tres fantasmas, cada uno de los cuales lo ayuda a comprender mejor el error de la forma en que ha estado viviendo. Al final de su larga y oscura noche del alma, emerge como un hombre cambiado, y su capacidad para obtener una nueva comprensión y compasión después de décadas de fechorías se ve como un milagro navideño.
Es una historia tan familiar que ver una adaptación en pantalla o en el escenario a menudo puede sentirse más como un reconfortante ritual navideño que como una experiencia genuinamente conmovedora. Pero con años de compromiso con su historia, «Better Call Saul» rompe el poder emocional crudo de la estructura de expiación y contemplación de Dickens, recontextualizándola para los espectadores modernos de una manera que nos golpea de lleno en el corazón.