El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ahora está peleando accidentalmente con furries


Imagen: Imágenes SOPA / Sergey Bezgodov / Kotaku

Como el gobernador de Florida Ron DeSantis intenta una carrera presidencial, todavía encuentra tiempo para su pasatiempo continuo de enojar a diferentes comunidades con su legislación y sus malos puntos de vista sobre las personas y las cosas. Ahora, parece que tiene una nueva comunidad para agregar a esa lista: furries.

Megaplex, una convención furry dedicada al arte de hacer y usar disfraces de personajes antropomórficos con sede en Orlando, ha anunciado que tendrá que levantar una restricción de edad en respuesta a Florida SB 1438, o la Ley de Protección de Niños que hace que «admitar a sabiendas a un niño a una actuación en vivo de un adulto” un delito menor de primer grado. La legislación se promulgó principalmente para apuntar a los artistas drag porque los evangélicos de derecha han atribuido la actuación drag a una exhibición sexual, aunque eso no es intrínsecamente cierto. Pero debido a su vaga redacción, tiene sentido que una convención furry sea naturalmente cautelosa, porque las personas ignorantes también ven a los furries como intrínsecamente pervertidos.

Como Piedra rodante señala en su informe sobre la situación, aunque los furries no son inherentemente sexuales, hay subsecciones de estas comunidades que sí se involucran en contenido sexual relacionado con disfrazarse. Megaplex ha sido un evento para todas las edades hasta este momento, pero parece que los organizadores del evento están tratando de mantener seguros a sus asistentes y al personal ahora que la legislación de Florida podría usarse como arma contra ellos.

“Esta decisión ha sido difícil”, dijeron los organizadores del evento en un comunicado el Gorjeo. “Pero Megaplex no se ha olvidado ni ha abandonado a nuestros miembros más jóvenes del fandom y está buscando opciones para eventos y actividades que incluyan a todos los rangos de edad y a sus familiares”.

En términos generales, DeSantis está en la lista negra de muchas personas en Florida por su apoyo a la legislación anti-LGBTQ+, como el proyecto de ley coloquialmente conocido «No digas gay», que impide la discusión sobre la orientación sexual y la identidad de género en las escuelas. Esto afecta a la comunidad furry porque franjas de ellos se identifican como queer de una forma u otra.

Su insistencia en tonterías fanáticas también ha resultado en una disputa en curso entre el presidente-aspirante y la corporación megalítica Disney, que pidió la derogación del proyecto de ley el año pasado. Según los informes, hasta ahora la enemistad le costó al tipo un plan de desarrollo de mil millones de dólares.





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