El gobierno de Japón ha anunciado que invertirá 70.000 millones de yenes (500 millones de dólares) en una nueva empresa para producir microchips avanzados. Este último esfuerzo del gobierno es parte de un intento de reafirmar a Japón como un fabricante líder de productos semiconductores de vanguardia. Sin embargo, el anuncio, informado por primera vez por Reuters (se abre en una pestaña nueva)describe esto como una inversión ‘inicial’, lo que sugiere que el gobierno japonés podría poner más dinero sobre la mesa en los próximos años.
El proyecto implica la creación de una nueva empresa llamada Rapidus. Rapidus será una empresa conjunta entre los incondicionales japoneses de alta tecnología existentes, como Sony y NEC, además de Softbank, Kioxia, Mitsubishi y Toyota. Incluso hay llamadas para persuadir a las empresas estadounidenses y europeas para que también se unan, según un funcionario no identificado que habló con Reuters.
El archipiélago asiático, que una vez fabricó más de la mitad de los semiconductores del mundo, busca revivir su industria de fabricación de chips después de perder terreno frente a China y Taiwán. Preocupaciones por la guerra comercial que se avecina entre EE. UU. y China (se abre en una pestaña nueva) y amenazas a Taiwán (se abre en una pestaña nueva) también influyó en la decisión.
Junto con la nueva empresa, Japón también ofrece ayuda financiera a las empresas que planean construir nuevas fundiciones en el país. Por ejemplo, TSMC recibió el año pasado 400.000 millones de yenes para construir una planta en la prefectura de Kumamoto, en el extremo sureste de Japón, en la isla de Kyushu. La planta se encarga de suministrar piezas a Sony y a los fabricantes de automóviles locales. Este año, Micron recibió una promesa de ¥ 46,5 mil millones para aumentar la producción en su planta en Hiroshima, mientras que Kioxia y Western Digital recibieron un subsidio de ¥ 93 mil millones para expandir su producción en el país.
Se espera que Rapidus comience a producir chips durante la segunda mitad de esta década. «Los semiconductores van a ser un componente crítico para el desarrollo de nuevas tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial, las industrias digitales y la atención médica», dijo el ministro de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, en una conferencia de prensa.